Los Heat se toman una anodina revancha ante los Lakers
La reedición de las Finales de 2020 acabó con los Heat por encima. Final apretado y victoria que debe servir como impulso. Demasiado peso para LeBron.
Se empieza a notar mucho la ausencia de Anthony Davis. En compromisos de corto requerimiento como el de los Timberwolves quizá no, pero ante rivales que batallarán por el título está claro que sí. Ante los Nets fue así y esta pasada noche ante los Heat también se cumplió esa máxima. El ala-pívot no sólo es el segundo mejor de los Lakers y descarga peso de los hombros de LeBron James, también tiene cogida la medida a rivales como éste. En las Finales 2020, las que se reeditaban en el Staples Center con el enfrentamiento ante Miami, Davis fue una tortura para Adebayo, en crecimiento exponencial y actuando como motor del juego colectivo pese a ser el interior. La historia se volvió a escribir pero con otro guion.
94-96 acabó este partido. Final muy apretado. Es hasta buena noticia para los Lakers en cierto sentido, ya que hicieron otro partido con lo justo y esta vez casi se sacan una victoria de la manga. Los Heat empiezan su escalada y el golpe moral de ganar a los que el pasado octubre les arrebataron el sueño del título es un doble premio.
Tampoco ayudó al conjunto angelino que todo tuviera que pasar por LeBron James. Esa aparición de un tercer jugador es un quebradero de cabeza que sale a la palestra en jornadas como ésta. El rey de Akron tuvo una noche fallona, con 9 rebotes y 9 asistencias pero acertando con el 33% de sus tiros, y sólo Harrell le echó un cable que no pegara chispazos. Como ocurrió en la burbuja, malos porcentajes de los compañeros en el triple el día en el que James les pide un esfuerzo extra. Tampoco ayudó nada que Dennis Schröder volviera a causar baja, ya que Kendrick Nunn pudo aprovecharse de ello para convertirse en el mejor jugador del partido.
Tuvieron que arreglar como pudieron los de Vogel el malísimo primer cuarto perpetrado. Se les fueron de quince los Heat. La sensación era de no llegar a cuadrarse bien para los tiros desde fuera y a tener problemas bastante evidentes en la circulación de balón. Nunn, con espacios, metió dos triples seguidos para hacer buena la ventaja. La salida de Harrell desde el banquillo valió de algo para que Miami no se fuera todavía más, pero un parche más que una solución a largo plazo.
¿Quién tiró del carro? LeBron. Un triple y dos jugadas de 2+1 acercaron a su equipo en el segundo periodo, pero no lo suficiente. Adebayo, sin contrincante de calado, también dejó su sello en la pintura además de como organizador. Con la ayuda de un Herro tocado y hundido (se fue lesionado) pudo retener ese impulso del '23', que empezó a requerir la ayuda de los demás jugadores de su equipo. También estaban sabiendo correr los visitantes, otro punto en el que los Lakers tenían que poner el dedo para que la hemorragia no fuera a peor.
Tres jugadas facturadas por LeBron acercaron a los Lakers tras el descanso y un triple de Marc Gasol puso el empate a mitad del tercer periodo. Partido nuevo, sí, pero los viejos valores se volvieron a establecer. Kuzma metió pero tirando de más, Harrell aportó en ataque y no tanto en defensa; Nunn, por contra, se sintió demasiado libre como para no hacer pupa a la defensa rival. No fue el día en el que Caruso contuvo al base del otro conjunto y tampoco se salió anotando, como sirvió de ejemplo la última jugada. Tras desligarse de nuevo los Heat por hasta ocho puntos, nueva remontada angelina en el último periodo. Una acción de Kuzma yendo al aro y un rebote ofensivo de Matthews les pusieron en órbita para ganar. Con balón para los Heat, robo de LeBron James en la última jugada, buena reacción en defensa con el dos contra uno al alero, descarga para Caruso y fallo de éste sobre la bocina.