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BARCELONA

De la oscuridad a la luz: Pau, vuelta a casa y mirada en Tokio

La leyenda del baloncesto español vuelve a jugar tras casi dos años parado y lo hace en el equipo que le vio nacer. El objetivo, los Juegos Olímpicos de Tokio.

Pau Gasol, durante un partido con la Selección española.
Christian PetersenGetty Images

Y la bomba estalló. El futuro de Pau Gasol estaba teñido de incertidumbre hasta que se ha hecho público que firmaba por el Barcelona hasta el final de la temporada. La leyenda del baloncesto español, considerado de forma unánime el mejor jugador de la historia de la Selección, vuelve a los orígenes para fichar por el club azulgrana, en el que se formó como baloncestista y en el que militó de 1999 a 2001. Allí se dio a conocer al gran público, explotando en la ACB y en la final de la Copa del Rey de Málaga, haciéndose el Barça con ambos títulos y la estrella con el MVP de cada uno de los torneos. El catalán llevaba más de dos años parado por culpa de una lesión en su pie izquierdo, pero ha mostrado su evolución en las redes sociales durante los últimos meses. Tras tantear con la retirada durante la pandemia del coronavirus (llegó a hablar públicamente de esta posibilidad), que retrasó su rehabilitación, Pau ha decidido vivir su última gran aventura con la intención de poder disputar los Juegos Olímpicos de Tokio, que se celebrarán a partir del 24 de junio de este año si el coronavirus lo permite.

Pau llegó a la NBA en 2001 tras su exitoso paso por el Barça. Perteneciente a la generación de los Juniors de Oro, con los que conquistó el oro en el Mundial de la categoría de 1999, fue elegido en la tercera posición del draft por Atlanta Hawks, y siendo sus derechos automáticamente traspasados a los Grizzlies. Allí estuvo hasta 2008, ganando el Rookie del Año en su primera temporada y siendo All Star en 2006. Con Hubie Brown de entrenador (50 victorias en la 2003-04), Pau condujo a la franquicia a los playoffs por primera vez en la historia, una fase que disputaron durantes tres temporadas consecutivas sin poder ganar ningún partido (12-0 con tres derrotas en primera ronda). La llegada de Rudy Gay y su pérdida de protagonismo en ataque, primero con Mike Fratelllo y luego con Marc Iavaroni, provocaron que Pau quisiera recalar en un aspirante, cosa que finalmente sucedió el 1 de febrero de 2008.

Ese día cambió la carrera deportiva de Pau: llegó a los Lakers, una de la franquicias más glamurosas de la historia, abandonando unos Grizzlies que consiguieron, a cambio, los derechos de su hermano Mac, continuando así la dinastía de los Gasol en Memphis e iniciando una nueva era en la ciudad, la del Grit and Grind, que llevó a la franquicia a las finales del Oeste de 2013 y al mejor momento deportivo de su existencia. El mayor de los hermanos aterrizó en Los Angeles para ponerse a las órdenes de la divinizada figura de Phil Jackson y compartir vestuario con Kobe Bryant, con el que fraguó una gran amistad. Con ellos, sumó tres Finales consecutivas y conquistó el anillo en 2009 y 2010, un hito para el baloncesto español, además de disputar el All Star durante tres años consecutivos.

Auge en Chicago y declive en San Antonio

Pau salió de los Lakers en 2014, separando sus caminos de Kobe y llegando a los Bulls tras años envuelto en rumores de traspaso y alejado de los días de gloria de la franquicia angelina, que no volvió a ganar tras el título de 2010 y tuvo que esperar una década para volver a reinar, esta vez con LeBron James de líder. En los Bulls, Pau alcanzó un gran nivel individual, disputando dos veces más el All Stra y siendo incluido en el Segundo Mejor Quinteto de la temporada en 2015, año en el que fue titular en el All Star junto a Marc, protagonizando ambos el salto inicial en una imagen para el recuerdo. Tras su paso sin suerte (en lo que anillos se refiere) por la mítica franquicia en la que triunfó Michael Jordan, Pau firmó por unos Spurs en los que se acababa de retirar Tim Duncan y que entrenaba otra leyenda como Gregg Popovich. Allí disputó las finales del Oeste en 2017, pero también empezó su declive deportivo, con menos minutos, saliendo más desde el banquillo y cada vez más alejado de la condición física de la que hizo gala en los Lakers.

En la 2017-18 Pau promedió 10 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias por partido una cifras nada desdeñables para un baloncestista de 37 años. Sin embargo, todo cambió meses después. Tras disputar los primeros nueve choques, el español tuvo que parar por molestias en el pie que luego se tradujeron en fractura por estrés. Eso le dejó fuera de circulación durante 26 duelos antes de volver en la victoria de su equipo contra los Celtics. Sin embargo, a partir de ahí no contó mucho para los planes de Pop, que había establecido una rotación en la que el subcampeón olímpico (en 2008 y 2012, ambas finales perdidas ante Estados Unidos) no tenía hueco. La edad, unida al baloncesto actual, muy veloz y con muchos intentos de tres, ponían las cosas muy difíciles al mayor de los Gasol, que desde entonces solo disputó 27 de los 35 partidos posibles, jugando solo en 7 de ellos más de 10 minutos y tan solo en uno superando la veintena.

La situación obligó a Pau a llegar a un acuerdo con San Antonio por el cual renunciaba a una parte de su contrato para salir del equipo. Lo hacía justo antes del 1 de marzo, fecha límite para firmar por una franquicia que pudiera disputar los playoffs. Recalaba en los Bucks de Antetokounmpo, uno de los aspirantes a hacerse con el anillo, pero después de disputar tan solo tres partidos antes de lesionarse del tobillo izquierdo. Parecía que iba a estar disponible para los playoffs, pero anunció que se operaba del pie, se perdía el Mundial de China y decía adiós a una temporada en la que los Bucks se chocaban en las finales del Este ante los Raptors, futuros campeones.

Desde entonces, el español no ha vuelto a jugar. Firmó por los Blazers para la 2019-20, pero tuvo que rescindir su contrato debido al alargamiento de su recuperación, que ha durado mucho más de lo previsto. Sergio Scariolo quiso aclarar que sería muy difícil llevar a Pau a Tokio si no tenía antes un rodaje, y dos años parado es demasiado tiempo incluso para una estrella de tal magnitud. En otras palabras: si Pau quería disputar sus quintos Juegos Olímpicos, tenía que jugar. El rumor del Barça se extendió durante varios meses, pero nunca se concretó nada ni se dieron plazos para la total recuperación del pie. Finalmente, Pau Gasol regresará al Barça, el club que le vio nacer, con la mirada puesta en unos Juegos Olímpicos, los de Tokio, que supondrían el broche de oro a su carrera deportiva. Leyenda.