NBA | RAPTORS 112 - TIMBERWOLVES 116
Towns logra que los Wolves de Ricky levanten la cabeza
El pívot mete 7 de sus 20 puntos en un último cuarto en el que los Raptors casi remontan. Los Wolves rompen una racha de cuatro derrotas. Bien Ricky.
Los Minnesota Timberwolves regresaron a la senda de la victoria y eso esta temporada es noticia. Esta vez lo hicieron después de cuatro derrotas consecutivas y en una salida que históricamente se les da especialmente mal. Los Toronto Raptors acumulaban 16 victorias seguidas ante los Wolves, la mayor racha ante cualquier rival. Aunque, técnicamente, la maldición de Toronto no ha acabado para los de Minnesota, ya que el triunfo llegó en Tampa, ciudad en la que los canadienses están disputando esta temporada sus partidos como locales. La bandera de los Wolves sigue sin ondear en Canadá desde el 21 de enero de 2004.
Suponemos que hoy poco les importará eso a un equipo para el que cualquier victoria es motivo de celebración. Esta llegó además ante un conjunto que venía en clara ascensión, después de una gira de seis encuentros fuera de casa con un balance positivo (4-2). Pero los Raptors, esta vez, volvieron a recordar a los del inicio de curso, esos que poco se parecían al gran equipo de los últimos años. Kyle Lowry fue el único que sacó el orgullo para volver a poner sobre el tablero de juego un partido que estaba muerto desde el tercer cuarto, cuando un parcial de 2-17 puso a los visitantes 79-91 arriba. El base anotó 12 de sus 24 puntos en un último parcial, que lo intentó todo. "Fue a la línea de personal 12 veces, así que te puedes imaginar lo mucho que ha intentado llevarnos hasta ahí", decía su entrenador, Nick Nurse.
Los Raptors, que igualaron la contienda relativamente pronto dentro del último cuarto, se vieron otra vez en desventaja tras un nuevo arreón visitante. Pero lo cierto es que llegaron al final del encuentro con opciones de ganar. Sin embargo, en su última posesión Paskal Siakam iba a fallar un tiro (contestado por Jaden McDaniels) y el rebote lo iba a coger Jordan McLaughlin, que metería dos tiros libres para sellar la victoria. Antes de todo eso iba a ser esencial Karl-Anthony Towns. El pívot no iba a firmar una línea estadística monstruosa (20 puntos, 11 rebotes y 3 tapones), pero sí iba a estar acertado cuando más falta hizo. 7 de sus 20 puntos iban a llegar en los 12 minutos finales. Como dato muy curioso, incluso para los que sigan habitualmente a los Wolves, Towns iba a acabar el partido con 2 triples para un total de 522 en toda su carrera, lo que le convierte ya en el jugador con más triples anotados en la historia de su franquicia, por encima de Andrew Wiggins.
Aparte de Towns, la clave de los Wolves fue que esta vez sí tuvo compañía en la ofensiva. EL tercer peor equipo en porcentaje en tiros de campo (43,9%) se fue esta noche a un 52%, con Malik Beasley como puntal, algo que ya ha dejado de ser noticia. El escolta promedia 24,6 puntos en los siete partidos que ha jugado en el mes de febrero. "Me está abriendo la pista. Hacía mucho tiempo que no jugaba con un tirador como él", explicaba Towns tras el encuentro. Se refería a los 6 triples anotados por su compañero, que venía de meter otros 7 en el encuentro anterior. Ricky Rubio, que jugó otra vez de titular ante la ausencia por lesión de D'Angelo Russell, jugó un buen encuentro (16 tanto y 5 asistencias), con un gran acierto desde el triple (50%). Con sus 5 pases de canasta el español ya es el 83º máximo asistente en la historia de la NBA.