Los Clippers sufren sin estrellas: derrota en Atlanta ante Trae (38)
Kawhi Leonard y Paul George están fuera por el protocolo contra el coronavirus y los Clippers se vieron desnortados para hacer frente a los Hawks.
Se quería ver cómo iban a responder los Clippers sin sus dos estrellas y se vio. En un feudo complicado. Los Hawks han empezado arrastrando, precisamente, muchas bajas y empiezan a competir a un gran nivel, algo que contrasta con el buen ritmo que llevaban sus rivales hasta que sus dos jugadores principales se han tenido que aislar hasta ver si están contagiados de coronavirus. El protocolo de contacto dejó fuera a Kawhi Leonard y Paul George y su equipo pagó las consecuencias.
Pese a que la profundidad de plantilla es mayor que en muchas otras franquicias, el hiperactivo Patrick Beverley también estaba fuera, en su caso por unas molestias de rodilla, y los que tenían que convertirse en referencias fallaron a la hora de dar el paso adelante en estos Clippers. Dudas en Serge Ibaka, errores de Marcus Morris y Lou Williams, peso para Reggie Jackson y poco más. Los angelinos lo pelearon hasta el final gracias al esfuerzo colectivo, supieron mover bien el balón y castigar los fallos defensivos de los Hawks, pero echaron en falta esas referencias que tan bien estaban funcionando este curso.
Los Hawks empezaron con buen pie, pero con los Clippers soplándoles en el cogote. Funcionaba el baloncesto clásico en el equipo de Lue. De hecho, el meter el balón dentro al pívot, en su caso a Ibaka y Zubac, es algo que está en desuso y los de California demostraron que todavía tiene un sentido a la hora de distribuir desde el poste bajo viendo los espacios que quedan fuera. Lo fácil les valía. Además no ayudó al conjunto local tener a suplentes de lujo como Gallinari o Rondo en una versión tan descafeinada. En el segundo cuarto, en el que contaron los suplentes, los visitantes se marcharon un poco en el marcador. La diferencia de aportaciones desde el banquillo fue abismal: 11 a 36.
Los Clippers, sin embargo, se fueron ahogando en sus propios recursos. Jackson era el que más atinado estaba, pero el tener a un base como él al lado de otros dos exteriores como Mann y Kennard no era lo que mejor casaba. En el otro lado se estaba aprovechando Trae en el segundo cuarto, ayudado por dentro de un Clint Capela que empezaba a ser decisivo en el tercer periodo. En el cuarto periodo la distancia era todavía salvable por el coraje de Los Ángeles, pero poco más. Parecía que un triple desde nueve metros de Young, que acabó con 38 puntos, sentenciaba el partido, pero dos acciones seguidas de tres puntos apretaban el encuentro: cinco de distancia a falta de un minuto. Una acción combinativa, lo que les había dado a ellos el aire necesario, fue lo que mató a los Clippers en la jugada que sí finiquitó todo, firmada por Kevin Huerter. El marcador se paró finalmente en 108-99.