El Coosur Betis amarga el debut de Katsikaris en el Unicaja
Los de Joan Plaza logran la primera victoria en 2021 con una buena actitud defensiva y la aportación ofensiva de James Feldeine (24 puntos).
El Coosur Betis ha roto este sábado su serie de tres derrotas consecutivas al ganarle el duelo de rivalidad regional a Unicaja (78-75), en un encuentro en el que el equipo malagueño, en el que debutaba en el banquillo el entrenador griego Fotis Katsikaris, ha sido víctima de su mal porcentaje de tiro exterior, lo que prolonga su crisis de juego y resultados una jornada más.
El equipo sevillano comenzó el encuentro en la errática línea de la pasada jornada, con cinco pérdidas en el primer cuarto, frente a un Unicaja que planteaba un bombardeo desde el perímetro y que no podía despegarse a causa de los triples de Feldeine y Campbell en los dos últimos ataques locales (17-21, min. 10).
Los malagueños, que llegaban con un solo triunfo en sus últimos nueve compromisos, se empeñaban en lanzar de tres en un segundo cuarto en el que el aro se les hizo pequeño (1/9), lo que aprovechó el conjunto bético para ir limando su desventaja hasta ponerse por delante por primera vez en el minuto 18 (34-32) gracias a una bandeja de Nick Kay, beneficiario de una asistencia de Feldeine.
Ambos contendientes notaron al regreso del descanso la presión por romper sus respectivas malas rachas, lo que deparó un tercer cuarto de anotación baja en el que Unicaja retomó el liderato en el tanteo gracias a la energía que aportaron desde el banquillo el alero Axel Bouteille y el pívot adolescente Yannick Nzosa, que ofreció buenos minutos en ataque y en defensa.
Los atacantes béticos reaparecieron en un periodo final frenético, en el ambos conjuntos se turnaron en la cabeza del marcador hasta los tres minutos finales, cuando dos penetraciones consecutivas de Feldeine -el hombre del partido con 24 puntos- despegaron a los locales (72-68).
Unicaja trató de remontar a la desesperada y defendió dentro del último minuto con sólo dos puntos de desventaja, una jugada en la que el Coosur selló su triunfo al barrer Nick Kay el rebote, anotando contra tabla, del tiro sin mirar con el que Borg había resuelto la posesión.