Cuidado con los Warriors: Curry dirige una paliza a los Spurs
Wiseman se reivindica, Oubre y Wiggins van a más, Green influye en todas partes de la cancha y Curry baila en el primer tiempo. Los Warriors, en su mejor versión de todo el curso.
Ahí están los Warriors. De 0-2 (con un bochornoso -65 total) a un prometedor 8-6, ahora mismo quintos del Oeste y en un ascenso que parece palpable noche a noche, partido a partido. Después de su remontada milagrosa ante los (dormidos) Lakers, despejaron dudas con una paliza a los Spurs en lo que Steve Kerr definió como el mejor partido hasta ahora de su equipo. Mejor que en las proezas contra Clippers y Lakers; más completo, más incontestable en ataque y defensa. A más. Cada vez que los Warriors juegan así nos hacemos, irremediablemente, la misma pregunta: ¿cuánto miedo daría este equipo con Klay Thompson?
Bastante, como mínimo. Desde luego si Draymond Green y Stephen Curry se parecen cada vez más a Draymond Green y Stephen Curry. El primero dio otra exhibición de cómo influir en el juego (por todas partes) sin hacer números llamativos (9 puntos, 6 asistencias). La historia de su vida. El segundo, desde luego la historia de su vida, regaló otra suya de cómo reventar partidos haciendo números llamativos: acabó con 26 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias. Pero es que al descanso estaba en 20+5+4 con un 4/5 en triples. Y los Warriors habían puesto tierra de por miedo (64-45). Hasta la vista, Spurs.
Los Spurs están ahora 8-7, una derrota más que los Warriors pero todavía en positivo. Su lluvia de triples contra los Blazers (con un 45%) fue una sequía estruendosa contra unos Warriors hasta ahora débiles por ahí en defensa: 4/33 (los mismos todo el equipo que Curry) para un 12%, solo 2/17 de los titulares y un partido flojo de DeRozan y malo de LaMarcus Aldridge (4 puntos). Los veteranos del banquillo (Mills y Gay), salvadores en Portland, no entraron en calor esta vez (0/8 en triples entre los dos). Y los Spurs apenas se acercaron en el tercer cuarto sin dar la sensación de tener fuelle para voltear del todo el marcador.
Los Warriors controlaron totalmente el partido más allá de pequeños parciales de un rival que jugó a uno de sus peores niveles de toda la temporada. Todo fueron noticias positivas, muy positivas, para los de la Bahía: James Wiseman, el número 2 del draft, pasó de su mala noche contra los Lakers a, tal vez, su mejor partido del curso. El pívot anotó 20 puntos (8/11), capturó 6 rebotes y dio 4 asistencias, 3 en un híper activo primer cuarto. Cuando el rival no sea óptimo o las cosas no vayan bien para el novato, los Warriors usaran al probado Looney o jugarán con Green como única referencia interior. Kelly Oubre ha dejado atrás definitivamente su mal inicio de temporada (16 puntos, 9 rebotes) y Andrew Wiggins sigue jugando al nivel más eficiente y aprovechable de su carrera: 18 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 7/12 en tiros. Después de un cacareado 13% en triples en sus diez primeros partidos con los Warriors, Oubre está en un 37% en los cuatro últimos. Después de otro pésimo inicio por fuera, Wiggins está en un 43% en los últimos doce. Y los Warriors no paran de crecer. A ver hasta dónde llegan.