El Herbalife Gran Canaria se entierra en el último cuarto
Bajó los brazos cuando aún tenía opciones, y lo pagó muy caro: 73-62. Okoye y Stevic, insuficientes ante Klimenko y el empuje del Unics.
Cuando más falta hacía, menos conectado estuvo el Granca a este decisivo partido. Había aguantado la mayor intensidad rusas, un mar de brazos cada defensa, un suplicio defender cada ataque, pero dilapidó sus opciones de victoria, que eran muchísimas, en una pésima puesta en escena del último cuarto. Ni siquiera llegó hasta la orilla.
Ni que fuera una antología del fallo, la primera parte fue un despropósito anotador. Tampoco es que las defensas fueran en exceso férreas, por lo que la crisis de tiro era aún más sonrojante para ambos equipos. Si el Unics falló 18 de sus 27 tiros de campo, el Herbalife erró 7 de sus 9 tiros libres o 10 de 14 triples. Uno por otro y la cancha no se barrió, y eso que el triple inicial de Conaan había presagiar lo contrario.
Empató rápidamente el Herbalife tras otro enceste desde el 6,75 de Okoye, y acto seguido consiguió su primera ventaja del partido tras un gancho de Balcerowski: 5-7. Se jugó un primer cuarto para el olvido, soporífiero para el espectador e insufrible para los propios jugadores, y solo el 7-0 del Unics en los últimos instantes del mismo, para llegar 17-11 al final tras un parcial de 7-0 con un triple de Smith, insufló algo de ritmo.
Reaccionó pronto el Herbalife. Un triple de Beirán empató rápidamente a 17, y la posterior canasta de Slaughter para darle de nuevo ventaja cerró un parcial de 0-8 que obligó al banquillo ruso a pedir tiempo muerto. Un nuevo triple de Smith y un 2+1 de Klimenko le dieron un respiro al Unics, 25-20, pero Okoye cercenó, desde más allá de la línea mágica, cualquier conato de escapada local.
Volvió a recuperar el Gran Canaria la ventaja tras un triple al final de posesión del fallón Dimsa, 29-30, pero Klimenko seguía ejerciendo como martillo pilón, 9 puntos en el primer tiempo tras dos tiros libres que pusieron el 33-30 en el marcador segundos antes de que los protagonistas encaran el túnel de vestuarios.
Parecía empeñado el Unics Kazan en romper el partido nada más reanudarse este tras el tiempo de descanso. Así, un parcial de 8-0 formado por sendos triples de Holland y White, más un palmeo del infinito Klimenko, pusieron el primer +10 de este duelo: 43-33. Pese a que cinco puntos consecutivos de Kilpatrick sofocaron el incendio, 43-38, pero un 2+1 de Canaan trajo consigo un peligroso 48-30 a falta de 5:09 para cavar este periodo, lo que desde luego obligaba a Porfirio Fisac a pedir tiempo muerto.
No se rendía el Herbalife, y un lejano triple de Dimsa, casi desde la playa de Las Canteras, le puso únicamente a tres puntos, 53-50, antes de que Holland dejara el electrónico en 56-50 al final del tercer cuarto.
Último cuarto
Al alba del último tenía el Herbalife todas las posibilidades de ganar el partido. O al menos, de competirlo hasta el final. Sin embargo, las dilapidó enseguida, dejándose ir por mucho que la renta creciera cada vez más, algo imperdonable en fases donde el average puede ser tan importante. Así, el triple de Slaughter para el 58-53 no fue más que la sobra de una ilusión. Y ni siquiera eso.
Conaan y Brown pusieron rápidamente otro +10, 63-53, ante un equipo que solo daba bandazos en ataque, perdiendo tantos balones que parecían regalos consentidos. Un mate de Brown, solo y en contrataque, estiró la diferencia hasta el 68-53, lo que se tradujo en un nuevo tiempo muerto visitante cuando quedaban poco más de cinco minutos de partidos. Sendos triples de Okoye y Albicy, 68-60, inquietaron a las huestes rusas, pero el triple final de Smith se clavó como un daga en el corazón amarillo.
Así, el 73-62 final complica las opciones de clasificación del Herbalife Gran Canaria, que suma la segunda derrota en una fase tan corta, apenas seis partidos. Ahora con el agravante de la diferencia final. La próxima jornada, contra Morabanc Andorra, marcará su futuro continental.