La salida de James Harden de los Rockets era cuestión de horas cuando él mismo, tras el partido contra los Lakers, se encargó de asegurar que sus compañeros no eran lo suficientemente buenos para él y que no veía otra salida que buscar un nuevo acomodo. Horas después de confirmó su salida con destino Brooklyn, donde en los Nets jugará con Kevin Durant y Kyrie Irving. Las declaraciones de Harden no eran más que un grito de auxilio, una forma de expresar públicamente que quería ser traspasado porque no puede decirlo así debido a la normativa de la NBA, pero igualmente no cayeron bien en el equipo que pronto iba a ser su ex. 

Justo después de escuchar a Harden, el base John Wall ya se encargó de censurar sus palabras: "Cuando tienes a ciertas personas que no van con todo es difícil hacer algo bueno o algo especial con un equipo de baloncesto", dijo. El pívot Christian Wood, otro de los fichajes de esta temporada, recalcó esto: "Es algo que lleva aquí desde la pretemporada. Se podía saber".

El entrenador, que además está en su primera campaña como técnico principal, Stephen Silas, admitió que no había dormido nada esa noche y que era "una situación desastrosa por todo". 

Pero, sin duda, las palabras más duras se las dedicó, todavía sin que se supiera el rumbo final de James Harden, DeMarcus Cousins. El jugador interior, con experiencia también en traspasos sonados (el suyo de Kings a Pelicans), fue claro:

"Sólo cómo vino al campus de pretemporada y hacerlo como lo hizo, también las payasadas fuera de la cancha... Las faltas de respeto comenzaron hace mucho, no es algo que sucedió de repente"

"Obviamente es una falta de respeto, pero todos tienen derecho a opinar. Nosotros nos sentimos de la misma forma que él con algunas de sus acciones"

"Ésta es la parte desagradable del negocio, lo que se esconde debajo de la alfombra. Tratas con algunas de estas cosas. Cuando hay chicos que están en la posición de ser jugador-franquicia, a veces suele ser una ruptura desagradable"

"Puede sentir lo que quiera sobre el equipo o su situación actual, pero los otros catorce chicos del vestuario no le hicieron nada. Para nosotros ser receptores de algunos de sus comentarios es completamente injusto"