Bayern-Madrid, pulso de futuro

El Madrid viaja este mismo viernes a primera hora a Múnich para enfrentarse a las 21:00 (Dazn) con el Bayern después de una semana sin partidos por los aplazamientos. Le espera un duelo directo por la tercera plaza y un adversario que salió el miércoles triunfal de una dura batalla con el Zenit de Xavi Pascual (82-80). El equipo muniqués es la gran revelación de la Euroliga. En octubre no era uno de los candidatos al playoff, pero quienes conocen cómo se trabaja en la entidad bávara creen que en poco tiempo peleará por la Final Four. Una sección de un club de fútbol que gestiona mejor que otras la generación de ingresos propios y que para el próximo curso, si no surgen imprevistos, será, con la inclusión también del Asvel Villeurbanne, uno de los 13 propietarios de la competición.

Baldwin, Lucic y Reynolds, un trío en gran forma

En lo deportivo, Andrea Trinchieri, un técnico que ha visto mucho mundo, ha sabido dar forma a una plantilla hecha casi de retales. “El Bayern es uno de los equipos más agresivos de la competición, con mucha actividad física y jugadores atléticos”, dice Pablo Laso, que volverá a tener la baja de Sergio Llull. Gran defensa de ayudas, intensidad y velocidad de manos para recuperar balones: promedia 7,9, más que nadie. Y encaja así solo 76,5 puntos.

Un bloque compacto con tres jugadores en un momento sobresaliente: el atlético base Wade Baldwin, que se va a 14,2 puntos, 3,9 asistencias y 1,4 robos tras naufragar meses antes en el Olympiacos; el alero serbio Vladimir Lucic, recién recuperado de una lesión y en plena madurez en su quinta temporada en el club al que llegó procedente del Valencia (14,5 tantos, 4,8 rebotes y 19,1 de valoración); y el pívot Jalen Reynolds, de paso fugaz por el Barça y ahora junto con Tavares y Milutinov uno de los interiores más en forma de la Euroliga (13,8 puntos, 6,7 rechaces y 16,5 de valoración). Un trío rodeado por un armazón en el que Paul Zipser (43% de tres) y el incorporado desde Zaragoza DJ Seeley (58%) aumentan mucho su amenaza exterior. Bayern-Madrid, un pulso con mucho futuro.