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ANADOLU EFES

Musa, el bosnio equiparado con Luka Doncic, y su final en la NBA

En los Nets no encontró sitio y lo ha hallado, con un contrato a largo plazo, en el Efes. Musa vuelve a Europa tras llevar mucho peso a EE.UU.

Musa, el bosnio equiparado con Luka Doncic, y su final en la NBA
Emilee ChinnAFP

Europa tiene un nuevo retornado de la NBA. La liga estadounidense ha rechazado de pleno a un jugador que llevaba allí sólo dos años y medio y que no ha conseguido hacerse un sitio. Dzanan Musa, de 21 años, ha regresado esta semana a su baloncesto, el del Viejo Continente, gracias a un contrato con Anadolu Efes que se extenderá hasta junio de 2023, tiempo suficiente para que vuelva a coger impulso y valor y para que le veamos con un rol importante en una competición donde ha jugado muy poco: la Euroliga. 

"Estoy supercontento de unirme a este equipo. Vienen grandes cosas", avisa Musa en un mensaje a los aficionados del Efes en un vídeo a través de las redes sociales. 

No sólo es una segunda oportunidad en la carrera de Musa, también lo es en el intento del Efes por reinar en Europa. El rumbo que llevaba antes de que explotara la pandemia de coronavirus era de ir arrasando por las canchas de la Euroliga, algo que ha cambiado diametralmente en la temporada 2020/21. Retener a Micic y Larkin, con aspiraciones de NBA, y tener en plantilla a talentosos como Simon, Balbay, Pleiss, Singleton, Beaubois, Moerman o Dunston no les ha valido para seguir por la senda de las victorias sin paliativos. Los de Ataman están con un balance clasificatorio de 11-9, metidos entre los ocho primeros simplemente porque tienen un buen diferencial de puntuación. 

Después de dos temporadas en la NBA, los Nets le empaquetaron en un acuerdo por el que se llevaban a Bruce Brown y Dzanan Musa se marchó a los Pistons. Pese a la idea de reconstrucción y que están apostando por los jóvenes (y europeos, como Killian Hayes), Detroit le cortó antes de Navidad y el Efes ha supuesto una renovación de ánimo para un jugador con todavía una carrera profesional larga por delante. 

Los Nets seleccionaron a Musa en el Draft 2018. Fue una elección de primera ronda, la 29ª. Un año antes, en 2017, había sido el MVP del conocido campus para futuras estrellas que se celebraba en Treviso (Italia) y en el que participaron otros a los que les está costando hacerse un hueco (Goga Bitadze o Isaac Bonga) y otros jugadores que todavía no han dado ese salto (Arnoldas Kulboka, Santi Yusta, Sergi García, Louis Olinde o Tamir Blatt). En la NBA ha jugado 54 partidos, pero promediando sólo 10,3 minutos de juego. 

Dos caminos cruzados 

Musa, un jugador de 2,06 metros que puede jugar tanto de escolta como de alero, es bosnio de nacimiento aunque su impulso para recibir la llamada de la NBA se dio en Croacia. El Cedevita fue el club en el que rompió a jugar. Sus apariciones en la Euroliga, sólo diez, se dieron con los de Zagreb, aunque fue en su segunda competición, la EuroCup, donde fue catalogado como jugador con más futuro. Ese 2018 promedió en la ABA 14,8 de valoración y llegó a registrar 46 créditos en un partido ante el Mornar. 

El debut de Dzanan Musa en una Euroliga a la que ahora regresa fue el 15 de octubre de 2015, con 16 años. Es el décimo joven de menor edad en hacerlo. Un día después, sólo un día después, Luka Doncic le emuló con el Real Madrid. Años después todo cambiaría, el esloveno se pondría en una posición dominante y el bosnio le tocaría ir por detrás en cuanto a promoción. 

Al ser coetáneos y tener carrera paralelas la comparación siempre ha estado ahí. Aquellos que flipaban con las cosas que hacía Doncic en el EBA del Madrid, o en la MiniCopa, o dominando la ACB ya en una etapa posterior, podían escoger también ver crecer a Musa. El papel del bosnio en las categorías de formación fue rompedor en su momento: máximo anotador del Europeo sub-16 en 2014 y 2015, logrando el titulo en la segunda tentativa, máximo anotador del EuroBasket sub-18 de 2016 y un gran Mundial ese último año en el que incluso anotó 50 puntos en un encuentro ante China-Taipéi. En el profesionalismo el plano sí era diferente y ahí empezó el crecimiento dispar de cada uno. 

En muchos informes de ojeadores de 2018 los nombres de Doncic y Musa iban a la par. Acabaron siendo los únicos europeos elegidos en primera ronda aquel año junto a Moritz Wagner. El jugar a un nivel más alto y el tener una mejor capacidad de lectura de juego, además de tener un carácter complicado por el que el presidente de su propio equipo le llamó arrogante y egocéntrico, fue lo que decantó la balanza a favor de Luka, que incluso pudo haber sido el 1º si los Suns hubieran hecho caso al consejo de Igor Kokoskov.

Cuando llegó a la NBA el paralelismo con Doncic, por ser compañeros de generación, procedencia, aspecto y edad, era tal que la propia Liga publicó un documental, Something In The Water, en el que se trataba, también con otros como Divac o Dragic, la ruptura de la antigua Yugoslavia, su diáspora y la reconstrucción en términos de baloncesto que tiene a jóvenes como ellos como grandísima esperanza. Dzanan Musa dejó reflexiones muy interesantes en una entrevista de promoción que realizó para Sports Illustrated, a recordar aquí: 

Drazen Petrovic: "Cuando anotaba una canasta, parecía que hubiese marcado un gol. Tenía mucho amor por el baloncesto. Era un héroe"

Ser musulmán y tener que soportar insultos por ello: "Era un crío de 16 años cuando escuché los insultos. Me afectó mucho. Ni siquiera jugué, me tiré los 40 minutos sentado en el banquillo y mi equipo perdió. Los aficionados me insultaban por detrás y me tiraban cosas. Tienes que acostumbrarte a ser el blanco de las críticas cuando estás en un país extranjero"

Estados Unidos: "Quizá me compre un tigre, como hizo Mike Tyson"

Crecer en un lugar a reconstruir después de la guerra: "La gente de Yugoslavia tiene un autodisciplina que no se ve en el resto de países. Somos niños de la guerra. Yo nací cuando ya había terminado, pero la sentí porque mi padre estaba en el ejército y era responsable de 2.000 soldados. Cuando ves a gente morir a todas horas, es lógico tener las emociones a flor de piel. Tenemos algo que nadie puede describir porque el horror y el terror de la guerra nos hizo más fuertes"