Los Celtics se toman la revancha con un héroe inesperado
Payton Pritchard, número 26 del último daft y del que hubo dudas por su altura, metió la canasta decisiva a dos décimas del final tras hacerse con rebote de ataque.
Hace poco más de tres meses los Boston Celtics perdían su tercera final de conferencia en los últimos cuatro años. En una serie difícil de creer, dejaron escapar varios partidos que parecían tener ganados para acabar hincando la rodilla ante quienes serían los rivales de los Lakers en la lucha por el anillo, los Miami Heat. Anoche se vieron las caras por primera vez desde entonces y los Celtics, esta vez, sí se llevaron el gato al agua en Florida, aunque en esta ocasión fuese en Miami y la victoria no valiese unas finales de la NBA.
Payton Pritchard es el nombre del día en Boston. El rookie fue el héroe de los suyos al anotar la canasta definitiva a falta de dos décimas. Los más curioso es que este base de 1,88 y con el que hubo dudas de si sería drafteado por su altura, metió los dos puntos decisivos después de hacerse con un rebote de ataque tras un fallo de Marcus Smart. El número 26 del draft ya tiene una jugada que enseñar a sus nietos. Quién sabe si la primera de muchas. El caso es que el chaval está mostrando aptitud y actitud (logró cuatro rebotes en ataque) para tener una carrera mucho más larga de lo pensaban unos cuantos.
Por lo demás, los Celtics se apoyaron en su pareja de líderes, Tatum y Brown, ante unos Heat que bien pudieron ganar pero a los que les tocaba perder. Y esto es literal. En los siete encuentros que han jugado han ganado tres y perdido cuatro, intercalando victorias y derrotas. Anoche tocaba lo segundo y, por lo que fuese, eso es lo que pasó. En lo que no fueron fieles es en lo de empezar con un quinteto distinto al de cualquiera de los anteriores partidos. Spoelstra, que parece estar buescando encajar unas piezas que cabría esperar que ya estuviesen engrasadas, repitió el cinco inicial por primera vez. Jimmy Butler fue el mejor (26 puntos y 8 rebotes) y Duncan robinson batió un récord de triples. Es el jugador que menos partidos ha necesitado para llegar a los 300 tiros de tres. Lo ha hecho en 95, 22 menos que Lillard y Doncic, que son los que tenían la mejor marca hasta el momento.