David Fizdale ganó cuatro partidos de 22 y fue despedido por los siempre inestables Knicks la temporada pasada. Otro año sin buenas noticias en la Gran Manzana. Pero llegó Tom Thibodeau y los Knicks están en un rarísimo (para ellos) momento de optimismo: las mismas cuatro victorias… pero en solo siete partidos. Y una excelente imagen competitiva después de empezar 0-2, con cuatro victorias en cinco partidos, las dos últimas de mucho mérito contra Indiana Pacers y Atlanta Hawks (108-113).

Los Hawks la pifiaron. Y después de su 3-0 inicial están con el mismo 4-3 que los Knicks. Han perdido contra los Cavs y contra los neoyorquinos, con la irregularidad que en principio tenían que evitar con un equipo al que, de todas formas, todavía no hemos visto en plenitud. Siguen fuera Gallinari, Rondo, Dunn… y Bogdan Bogdanovic se lesionó esta vez (problemas en un tobillo). El sostenido buen momento de De’Andre Hunter (23 puntos, 8 rebotes) y la aportación de John Collins (18+8) deberían haber bastado para someter a los Knicks junto a la producción de Trae Young, esta vez 31 puntos y 14 asistencias… pero un mal 9/22 en tiros. Los Hawks tenían el partido controlado en el tercer cuarto (82-67) pero perdieron completamente el hilo. Y tampoco supieron rematar cuando se pusieron a uno (106-107) con 100 segundos por jugar. Ahí aparecieron Austin Rivers, con un triple, y el omnipresente Julius Randle, que selló el triunfo con un palmeo tras penetración de propio Rivers. Los Knicks se van de Atlanta con una sonrisa de oreja a oreja.

Thibodeau ha puesto a competir en serio a un equipo que, además, tiene bajas notables: Alec Burks, el rookie Obi Toppin, Nerlens Noel y dos jugadores al filo de los que habrá que ver si Thibs saca algo: Ntilikina y Dennis Smith Jr. El técnico de Connecticut, que no es conocido precisamente por su flexibilidad, está sabiendo mover el árbol de su equipo. Elfrid Payton inicia los partido pero Austin Rivers los cierra con su capacidad para meter tiros importantes. Reggie Bullock va primero en la rotación pero después aparece Immanuel Quickley, el combo guard salido de Kentuky que (21 años, número 25 del draft) esta maravillando en este inicio de temporada (esta vez 16 puntos y un papel clave en la remontada). Y está apareciendo la mejor versión de RJ Barrett (26 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias, ni una pérdida), un Mitchell Robinson que está aprendiendo a intimidar sin obsesionarse con acumular tapones y, sobre todo, un Julius Randle en un momento extraordinario: 28 puntos, 17 rebotes y 9 asistencias en el cuarto triunfo de unos Knicks que son quintos del Este. Y que, sobre todo, parecen mucho mejores de lo que se esperaba. Y más divertidos.