Los Clippers se sacan una espina con algo de sangre y lágrimas

Buenas sensaciones dan los Clippers. Después de ganar a los Lakers en el primer partido de la temporada, más capítulos a escribir en esta nueva campaña. Quieren la renovación completa y alcanzar el objetivo, por lo que no está mal darle un repaso a aquel que te apartó de ese camino hace sólo unos meses. Los Nuggets sufrieron a este cambiado conjunto de Tyronn Lue, con un George más participativo y con piezas como Ibaka o Batum que parecen haberse adaptado perfectamente. Son sólo dos días, pero hay razones para contentarse en el lado pobre de Los Ángeles. 

Para la mayoría de la plantilla de los Clippers, incluido un entrenador-jefe que era el segundo en aquella ocasión, ganar a los Nuggets suponía sacarse una espina. En la burbuja de Florida desperdiciaron una ventaja de 3-1 en las semifinales de conferencia y terminaron haciendo las maletas, con muy mal rollo en el seno del equipo y una eliminación que fue considerada ridícula incluso por los propios perdedores. La liga norteamericana decidió programar este partido para su jornada de Navidad por esta razón, no sólo por ser dos de los más fuertes del Oeste sino por el morbo adicional de ver si en sólo tres meses se podía dar una esperada venganza. 

Paul George llegó caliente de lo que había hecho ante los Lakers y siguió echando chispas. Fue el que forzó el primer buen parcial de los visitantes, que se distanciaron con un juego fluidísimo al que los locales no pudieron hacer frente. 16 asistencias en los primeros 18 tiros anotados. Ni la veían los de Mike Malone. El técnico probó con Campazzo, un poco perdido, sólo tres minutos por el -7 encajado con él en cancha. La responsabilidad en esa segunda unidad correspondía a Will Barton, que acabó con 15 puntos, y a Monte Morris, que acabó con 13 puntos porque jugó una buena minutada (30). De nuevo, como ante los Kings, le faltó a los de Colorado más aportación de Gary Harris o Paul Millsap, jugadores que deben involucrarse más. 

El 55-72 al descanso dejaba un panorama desolador para los espectadores si no había una reacción rápida. No la hubo. Se mantuvo la tendencia un cuarto entero, sin que hubiera siquiera acercamiento de los Nuggets y con un George que sumaba al mismo ritmo que Leonard. Ya era tarde cuando Denver despertó. Jamal Murray anotó 10 puntos en los primeros 5 minutos del último periodo, dejando por debajo de la decena la distancia entre los dos equipos, pero ni con esas ni con rivales por el suelo. Un codazo fortuito de Ibaka a Leonard acabó con Kawhi echando sangre a borbotones por la boca en una imagen como nunca habíamos visto, tumbado en el suelo y sin poder moverse del golpazo. La megaestrella de los Clips se fue a vestuarios, donde le tuvieron que dar ocho puntos de sutura. A Serge Ibaka le tuvieron que aplicar hielo en el codo de lo fuerte que le había dado a su compañero, imagínate. Acto seguido, con seis minutos por jugarse, el propio Ibaka y el escolta Lou Williams metieron un triple cada uno para sentenciar a su rival.