NBA | TIMBERWOLVES 111 - PISTONS 101

Towns y Beasley lideran a los Wolves en una dura remontada

El renovado equipo de Minnesota, a contracorriente durante todo el partido, se terminó imponiendo en el último acto a Detroit. Ricky y Juancho, discretos.

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Towns y Beasley lideran a los Wolves en una remontada a tres minutos del final
Brace Hemmelgarn USA TODAY Sports

Los nuevos Wolves de Ryan Saunders son uno de esos equipos que apetecen. De los que despiertan hype e ilusionan. Seguramente, aupados por la llegada de jugadores como el número uno del pasado draft, Anthony Edwards (con 15 puntos y 4 asistencias para empezar), y por la necesidad de que se produzca ya un cambio de tendencia (son la franquicia de la NBA con el peor récord agregado desde 2007). Frente a Detroit, han iniciado ese camino, que será largo y laborioso. Victoria por 111 a 101 en un encuentro en el que tocó remar a contracorriente (muy a contracorriente) y en el que Ricky Rubio, titular con 3 puntos y 3 asistencias en 25 minutos, y Juancho Hernangómez, 3 rebotes en 11 minutos, pasaron de puntillas. 

La primera ventaja para el equipo de Tennessee no llegaría hasta 3:38 minutos del final. Imagínense. Día de arrimar el hombro y de no dejar de creer. Para empezar, parcial de 0-8 y muchas dudas en defensa. El número 7 del pasado draft, Killian Hayes, no terminó el partido con grandes registros (7 puntos y 3 asistencias), pero sí lo empezó organizando y contemporizando, como si de un veterano se tratara. Tiene donde fijarse: un eléctrico Derrick Rose, con 15 puntos y 6 asistencias, también consiguió imponer su ritmo cuando saltó a la pista. El primer signo de rebeldía lo firmaría Towns, que, a pesar del infierno que ha vivido durante la pandemia y que, afirmó, le acompañará durante toda la temporada, terminó siendo el más destacado de los suyos (22 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias). Penetración por el carril central y mate a una mano. Lleno de potencia y, sobre todo, de rabia. En la siguiente jugada, triple para poner el 9-14 y desquitarse de las dudas iniciales; aunque se negarían a huir. Tocaría seguir remando hasta el final.

Timberwolves 56 - Pistons 57 para terminar la primera mitad. Buenas noticias para los de Minnesota, malas para los de Detroit, que desperdiciaban así varias ventajas de más de 10 puntos. Peores llegarían, en ambos lados. Segundo minuto del tercer cuarto, Beasley ve solo a Towns, que se saca de la chistera el pase extra y deja aún en mejor posición a D'Angelo Russell, que no falla desde la larga distancia. Su amistad fuera de las pistas se transforma en química dentro de ellas. Empate en el marcador y reacción de los de Míchigan. Siete puntos y una asistencia de Hayes para parcial de doce y 61-73 en el electrónico. Vuelta a las andadas.

En medio de todo, pocos minutos en pista para Juancho, del que se espera un papel importante en el equipo (sobre todo, después de sus números en la franquicia la temporada pasada: 14 partidos, 14 titularidades, 12,9 puntos por partido, 7,3 rebotes y un 42 % de acierto en el triple); y partido discreto de Ricky, que no destacaría en su aportación estadística, pero sí que tendría incidencia en el partido. A cinco minutos del final, recuperación del de El Masnou y balón para Beasley con toda la pista libre para correr. Canasta y, otra vez, tablas en el marcador; aunque todavía no para revertirlo. Ese trabajo le correspondería a Towns, un par de jugadas después. Triple y 98-97; ahora sí, primera vez por delante en el electrónico. Nuevamente, tras asistencia de Ricky. Veteranía para los momentos claves, ahí es donde más puede aportar en este equipo y, seguramente, donde más le van a necesitar.

A partir de ahí, toma y daca. 98-99, 100-99, 100-101 y 103-101 para despegar definitivamente. De la mano de Beasley, Russell, Towns y Okogie. El primero, 23 puntos y 4 rebotes; el segundo, 18 puntos y 4 asistencias. Juventud e ilusión catapultadas por la veteranía. Como la vida misma. Ese puede ser el sendero, largo y laborioso, que les permita romper con lo que antecede.