El Rockets-Thunder, primer partido aplazado por coronavirus
La NBA ha anunciado dos horas y media antes del comienzo del partido que no se disputará. Entre positivos y aislados, los Rockets no llegaban a ocho jugadores.
La NBA comenzó ayer y ha tardado un solo día en aplazar su primer encuentro por coronavirus. Lejos de la burbuja que tan bien funcionó se está demostrando desde casi el minuto uno que esta temporada va a ser muy complicada. Exactamente igual que está ocurriendo en otras partes del mundo, en el baloncesto y en otros deportes.
Durante todo el día se venía especulando con la posibilidad de la cancelación del Houston Rockets-Oklahoma City Thunder que debía disputarse a las 02:00 de la madrugada hora española, después de hacerse públicos varios resultados positivos o inconclusos en la plantilla de los Rockets. Los nombres que salieron a la palestra fueron los de John Wall y DeMarcus Cousins, además de "varios" jugadores más, aunque no se especificaba quién era positivo y quien había dado un resultado poco clarificador en los test. Finalmente, la situación era más complicada y eran muchos los jugadores que no podían estar hoy sobre la pista, como explicaba la propia NBA en el comunicado en el que informaba de la cancelación del encuentro.
"El partido entre los Houston Rockets y los Oklahoma City Thunder en el Toyota Center programado para hoy ha sido pospuesto según los protocolos de seguridad y salud de la liga. Tres jugadores de los Rockets han ofrecido resultados positivos o no concluyentes en los test de coronavirus. Además, según los protocolos de contacto, otros cuatro jugadores están en cuarentena en este momento. Adicionalmente, James Harden no podía ser convocado por violar el protocolo de salud y seguridad. El resto de jugadores de los Rockets se ha vuelto a hacer test hoy y todos han dado negativo. Houston tenía un jugador más fuera por lesión. Como resultado, los Rockets no podían contar con los ocho jugadores necesarios según las reglas para jugar el partido de esta noche ante los Thunder".
En total son nueve jugadores a los que se hace mención en este comunicado ofrecido dos horas y media antes del inicio del encuentro. El caso más llamativo es el de James Harden, sobre el que pende una investigación de la NBA en colaboración con la franquicia texana por un vídeo en el que se ve al jugador en un club de striptease, rodeado de gente y sin mascarilla. La liga está tratando de averiguar si las imágenes que se ven son de esta semana, tal y como se afirmaba cuando se hicieron públicas. De ser así, el escolta habría incumplido la regla de la NBA que impide a los jugadores acudir a establecimientos de ocio en los que haya más de 15 personas. Eso por no hablar de la falta de mascarilla y distancia de seguridad que se observan en el vídeo.