Laso rompe la racha del Zenit y suma 200 victorias en la Euroliga

El Madrid sin Campazzo ha sufrido una merma notable de potencial, pero como equipo se ha rearmado con un juego más grupal, con Tavares como gran pilar, el árbol madre (11 puntos y 13 rebotes más 3 tapones esta vez), y muchas manos dispuesta a ayudar. Sinergias para olvidar la pérdida del referente. Mejora colectiva atrás y un gran esfuerzo porque haya fluidez con el balón, lo que le puede hacer menos previsible. Abalde anda muy bien, igual que Thompkins, vemos al mejor Llull desde 2017, Causeur asomó la semana pasada, Taylor ahora...

Apenas cinco partidos, pocos para sacar conclusiones (las carencias siguen ahí, también la ausencia de un pívot suplente), pero son cuatro victorias y una derrota in extremis donde siempre, en Moscú. El balance es muy bueno. Queda claro el compromiso de la plantilla y la labor del entrenador, de Pablo Laso, cuya renovación (acaba contrato en junio) debería llegar ya. Un triunfo más en la Euroliga, en diez temporadas de Lasismo, aunque no uno cualquiera: el 200 en 281 encuentros (un 71% de éxitos). Háganse una idea, 54 más de los que logró Lolo Sainz en competiciones europeas (146) y 103 más que Pedro Ferrándiz (97). Por delante del vitoriano en este torneo, genios como Obradovic (313 triunfos), Messina (244) y el derrotado este jueves, Xavi Pascual (210), aunque ninguno acumuló 200 con el mismo club.

El Madrid llegó al descanso tras encajar un 2+1 de Ponitka con falta de Garuba que no pareció. Y llegó con la percepción de que el Zenit estaba agazapado, esperando un despiste para volver a dar la sorpresa y completar el póquer de Pascual ante los equipos españoles. Tumbó al Barça allá por octubre, al Baskonia a finales de noviembre y al Valencia el pasado martes. Y le enseñó las garras al Real, pero no hubo zarpazo. Los blancos hicieron una primera parte mucho mejor de lo que dictaban las sensaciones, que se vieron rebajadas por la amenaza constante del actual Zenit, controlador del ritmo y de los pequeños detalles. Un juego mucho mejor, decíamos, que su tiro, por ejemplo, que le traicionó esta vez con un 1 de 8 en el triple en el segundo cuarto, cuando la cadencia anotadora tocó suelo (12-10 tras el 24-21 del primer acto). Buena circulación y mala culminación, como resumen simplista.

Taylor gana el pulso

En defensa, los de Laso desactivaron a Pangos, lo hizo de salida Taylor en marcaje individual frente a la zona 2-3 rusa (en ataque, Abalde era el base). Apretaron atrás y forzaron porcentajes bajísimos al Zenit, que sumaba entonces más de un tercio de sus puntos desde la personal. Algo del gran KC Rivers, de Ponitka, de Billy Baron y nada de Poythress, de sus continuaciones y esos balones colgados que machaca en las nubes. Luego, Tavares, que entró en acción desde el banquillo, amargó a Gudaitis. Gorro va y gorro viene. No hubo un solo jugador visitante que fluyera, como habían hecho hasta ahora fuera de casa: seis de seis lejos de San Petersburgo hasta que a la séptima, en el WiZink Center, vino la primera derrota.

La fatiga del éxito del martes en la Fonteta no les ayudó. El Madrid, tampoco. Y menos tras el descanso, donde al buen nivel añadió acierto: tres triples sin fallo, dos de Laprovittola. Y sacó faltas y encontró a Tavares... Taylor seguía con su abnegada tarea y Causeur no pisó la pista hasta el minuto 28 (Carroll ni siquiera lo hizo). Provocó el apagón temporal en las filas rusas (parcial de 20-3: 56-34) hasta que Hollins encontró el interruptor de la luz con 9 tantos seguidos para responder con un 4-15. Del +22 al 79-72 final. Los de Pascual se revolvieron contra el amago de KO. Nada más. La era Laso ya tiene 200 victorias en Europa.