La desgracia puede haberse cebado con Klay Thompson, que se ha lesionado entrenando en las instalaciones de Southern California y podría tener una fractura en el tendón de Aquiles de la pierna derecha. Los peores presagios posible para el escolta (30 años) que no jugó en toda la temporada pasada por la lesión de ligamentos de la rodilla izquierda que sufrió en el sexto partido de las Finales 2019, el día en el que los Raptors destronaron a unos Warriors en cuadro.

El 1 de julio de 2019, y ya lesionado, Klay firmó una ampliación por una cantidad máxima: cinco años y 190 millones de dólares. Todavía no la ha podido estrenar. El curso pasado se lo pasó en blanco, en plena rehabilitación y con los Warriors, que también habían perdido a Kevin Durant, tomándose un año sabático después de la lesión de muñeca de Stephen Curry. Este tenía que ser el curso del regreso de los de la Bahía, ya con Curry y Klay al 100 por 100 y con el número 2 del draft, que han invertido en el pívot James Wiseman.

Pero estas noticias son aterradoras: Klay se retiró de la pista de entrenamiento sin poder apoyar la pierna derecha, y hoy se le harán las pruebas pertinentes, ya con una comitiva de los Warriors desplazada de San Francisco a Los Ángeles para acompañar a uno de los mejores tiradores de la historia del baloncesto. Lo presagios son pésimos, y apuntan a una segunda temporada consecutiva en el dique seco. Así lo explicó Sams Charania (The Athletic): “Por lo que sé, es un problema en el talón. Y siempre que se trata del talón, está el miedo a que se trate del tendón de Aquiles. Se fue con mucho dolor y sin poder hacer ninguna fuerza con la parte inferior de la pierna”.