Llamada de auxilio de Tony Parker. El exjugador, propietario del Asvel Villeurbanne, ha pedido a las autoridades franceses ayuda para salvar el baloncesto galo en un escenario de confinamiento durante el mes de noviembre por el aumento de casos de coronavirus en el territorio.

El parón de la actividad en el país vecino decretado por Emmanuel Macron, presidente de la nación, no afecta al deporte profesional, que puede continuar sin ningún tipo de problema, pero sin espectadores en los pabellones. Un escenario catastrófico para la Liga, que decidió no disputar sus partidos de la pasada jornada tanto en Primera como en Segunda el pasado fin de semana. “Es un suicidio financiero continuar jugando sin aficionados o con solo 1.000 en los pabellones”, denunció el presidente del Elan Chalon Dominique Juillot a L’Equipe a principios de noviembre.

En el mismo diario, habló Parker: “Si (esta situación) dura más, vamos a morir. Los clubes van a morir. No podemos jugar a puerta cerrada durante toda una temporada, es imposible. Necesitamos que el gobierno nos ayude. Sería bueno que retiraran las cargas (impositivas) a los empleadores, al menos mientras dure el confinamiento. Temo por el baloncesto ”, aseguró el dueño de un club que tuvo que aplazar tres encuentros de la Euroliga por casos de la COVID-19.

"Podemos jugar un mes sin aficionados"

Uno de ellos, el de Norris Cole, amenaza con una demanda del alcalde de Cholet. El base disputó infectado los primeros minutos del duelo contra el equipo de la localidad al estar inscrito en el acta dentro del quinteto titular y ante la imposibilidad reglamentaria de modificar la misma. “El baloncesto francés está gobernado por gente irresponsable”, denunció el regidor.

“Estoy disponible para discutir, ser proactivo, avanzar y encontrar soluciones. El baloncesto francés tiene recursos. En tiempos de crisis, está extremadamente movilizado. Pero al final del día, no seremos capaces de hacer milagros. Sí, podemos jugar así, durante un mes, lo asumimos nosotros. Pero luego será imposible. Durante mucho tiempo, el gobierno dijo que ya no deberíamos depender de las comunidades, del dinero de la ciudad... Esto es exactamente lo que hicimos al desarrollar el marketing, la asociación con nuestros patrocinadores. Pero esto nos está matando. Tenemos que intentar unir a todos para intentar encontrar una solución y salvar el baloncesto francés ”, continuó Parker.