Van Rossom decide un triunfo que le sale caro al Valencia

El Valencia Basket se metió en el bolsillo el cuarto triunfo de seis partidos en la Euroliga. Pero lo que a priori pudiera parecer una sensacional noticia, todo se oscurece tras las lesiones de Tobey y Williams. Especialmente preocupante es la del pivot que se marchó al vestuario tras lastimarse su rodilla. No está teniendo buena suerte este año el Valencia con las lesiones. La de Tobey sería la tercera de larga duración (Sastre, Marinkovic y Tobey).

El Valencia se sobrepuso a todo y a un muy reforzado Armani Milán que, aún con sensibles bajas, demostró que es un firme candidato al top-8 y quizás a algo más. Dubljevic (18 de valoración) y sobre todo Van Rossom (21 puntos) agarraron la victoria en el momento de la verdad. Micov estuvo a punto de repetir el triple ganador del último partido antes del confinamiento, pero esta vez erró y dejó en bandeja el triunfo a los taronja. Shields y Hines pusieron caro el triunfo local durante todo el partido pero este año el Valencia se está llevando partidos en finales apretados, algo que meses atrás no sucedía.

El Valencia salió de lo más aplicado. En defensa y sobre todo en ataque. Cada ataque era una buena circulación de balón que acababa con un buen tiro. Luego, podía entrar o no. Pero los ataques eran inteligentes. Así llegaron los primeros dos triples, de entrada, de Vives y Van Rossom, que salió de escolta ante la carencia de efectivos en el puesto de alero. El Armani, a su ritmo. O mejor dicho, al ritmo que marcaba Sergio Rodríguez. Michael Roll prestó atención en el vídeo del scouting y puso una cruz en la esquina. No es el primero. Con su segundo triple desde ahí llegó la primera ventaja italiana (10-12). Pero a Ponsarnau le empezó a dar rédito una decisión que tomó cinco días antes. El técnico dejó fuera a Derrick Williams contra el Real Madrid por su bajo rendimiento. Pero el 2 del draft de 2011 no estaba dispuesto a hundirse. Al revés. El americano jugó con mucha cabeza y anotó ocho puntos seguidos, plenos de físico y calidad. Hasta que se lesionó en el codo. Un triple de Hermannsson sobre la bocina puso el 24-18 al fin del primer acto.

Tras un 2+1 inicial para Datome, el Valencia jugó sus mejores minutos bajo la dirección de Hermannsson al inicio del segundo cuarto. Los taronjas negaron el aro a los italianos y llovían los puntos en ataque. Dos triples seguidos de Prepelic y Labeyrie y un contraataque que aprovechó el galo, pusieron la máxima renta (37-25, min. 15). Sin embargo, no podía ser tan fácil ante esta constelación de estrellas que es este año el Armani Milán. Sergio Rodríguez comandó la remontada y Hines empezó a mover a los pivots. El Valencia se empezó a nublar en ataque, con varias pérdidas (5), y la diferencia fue diluyéndose tanto que un triple de Datome puso la igualada (42-42) a falta de 19 segundos para el descanso. Aún le dio tiempo al Valencia para perder de nuevo el balón y a Micov para anotar sobre la bocina (42-44).

El Valencia salió dormido del vestuario. En las dos primeras jugadas, el Armani anotó muy fácil y se fue a la máxima ventaja (42-48, min. 21). Pero fue un espejismo. Porque los taronjas subieron dos puntos atrás y Kalinic tomó el mano en ataque y en defensa tras un primer tiempo gris. Punto a punto fue limando hasta completar un parcial de 11-1, con un triple de Dubljevic. Sin Hines, en el banquillo cargado de faltas, Armani estaba sin norte. Shields asumió la responsabilidad para que su equipo no se descolgase. Dos coletazos de Van Rossom dieron otro tirón (66-59, min. 28). Datome lo dejó en +5 con un cuarto por jugar.

Al inicio del último periodo apareció Prepelic con dos triplazos (uno desde 8 metros) que lanzaron a los suyos (74-65, min. 33). Sin embargo un parcial de 2-11, unido a la lesión de Tobey, heló La Fonteta (76-76, min. 37). Malas sensaciones pero apareció Van Rossom, en el momento de la verdad, para resolver la papeleta. Un triple suyo, a falta de 58 segundos para el final, dio la iniciativa al Valencia (83-79). Hines anotó de inmediato pero falló el adicional y Van Rossom forzó una falta que podía ser la sentencia. Sólo metió un tiro libre y después de un rebote de Kalinic le cayó el balón a Micov que esta vez falló el triple que empataba. Prepelic sentenció con dos libres.