Daryl Morey se ha marchado de los Rockets a los Sixers, cambiando de conferencia y asumiendo otro proyecto con buenos mimbres al que poder dar su toque. Pero deberá ser sin su jugador-fetiche, al que le declaró amor eterno en el comunicado en el que se dirigía a la afición de Houston tras su salida. James Harden se quedará, de momento, en el equipo texano según lo filtrado desde la franquicia. 

En el conjunto de Filadelfia hay mucho que retocar. El buen trabajo de Elton Brand en lo que lleva como GM no ha sido suficiente para armar una plantilla que supere rondas avanzadas en los playoffs. Brett Brown ha sido despedido y ha llegado 'Doc' Rivers, a su vez despedido por los Clippers. El cambio se puede notar más a nivel de idea y estrategia por el pasado de Morey con los Rockets, llevando al límite el jugar con el triple y la defensa sin hombres altos y estando a punto de poner en jaque a los Warriors en la Conferencia Oeste. Los 76ers podrían beber de esa agua.

Tim MacMahon lo expresó así en el podcast de Brian Windhorst en ESPN: "Me lo han dicho, incluso desde dentro de los Rockets: 'No, Daryl, lo de James Harden por Ben Simmons no va a pasar, no preguntes'. Así, pero con algún improperio más".

Morey ha protagonizado cambios sonados en los Rockets para tratar de ajustar la plantilla y ganar más partidos. Trevor Ariza, Clint Capela y el cambio de Paul por Westbrook, algunos de ellos.

Las dos principales estrellas de los 76ers, el australiano Ben Simmons y el camerunés Joel Embiid, deberían seguir siendo la columna vertebral del proyecto según lo rumoreado en la NBA. Pese a ello, la apertura del mercado podría ser el principio de la revolución final de El Proceso.