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Lío olímpico: Silver asume que la NBA no parará durante los Juegos

El comisionado habló para NBATV: "Me preocupan otras selecciones que no son EE UU, sus grandes estrellas están en nuestra Liga". El problema afectaría también a los preolímpicos.

Lío olímpico: Silver asume que la NBA no parará durante los Juegos
ERIK S. LESSEREFE

La NBA está a punto de culminar la resolución de la temporada 2019-20 en la burbuja de Walt Disney World, un tremendo éxito organizativo y sanitario que ha permitido salvar los muebles de una campaña obviamente marcada, como todo el deporte mundial, por la pandemia. Fue la primera gran Liga que echó el cierre, el 11 de marzo, y los partidos volvieron oficialmente el 30 de julio. En total, más de cuatro meses de interrupción forzosa que han provocado un obvio desajuste en el calendario. La final va a terminar (como mínimo el viernes) superada la primera semana de octubre, cerca de las fechas en las que, sin COVID-19, habría comenzado el curso 2020-21.

Este reajuste obligado en el calendario se trasladará, es obvio, a una próxima temporada que todavía no tiene fechas ni plan definido. La NBA se puso como objetivo completar esta reanudación de la burbuja antes de airear datos concretos sobre el futuro. Pero sí hay un punto de partida muy claro: intentar que la temporada tenga la mayor sensación de normalidad que se pueda recuperar, evitar en la medida de lo posible los formatos burbuja y ganar tiempo para que se pueda cubrir el mayor tramo posible del calendario competitivo ya con público en las gradas. Si a eso se suma el descanso que necesitarán los jugadores que han disputado estos playoffs 2020, el resultado es que hasta el rumoreado inicio en la señalada jornada de Navidad parece prematuro. Se habla, de forma que parece más verosímil, de enero, febrero e incluso (esta una opción demasiado lejana, en principio) marzo. El comisionado Adam Silver apuntó en esta dirección en una entrevista concedida a NBATV: “Mi sensación es que aunque vaya a seguir siendo la temporada 2020-21, no habrá competición hasta 2021. Dijimos que no podríamos empezar antes de Navidad, pero cuanto más analizamos y más escuchamos a los expertos, creo que tendrá más sentido meternos ya en el mes de enero”.

El parón no es una opción realista

Las pérdidas económicas se suavizarían de forma drástica en cuanto los equipos pudieran dejar entrar a sus aficionados a los pabellones. Y aunque la NBA ha rechazado hasta ahora un cambio definitivo en su calendario, es obvio que hará falta un período de transición para recuperar el formato octubre-junio en el que se juega tradicionalmente. Así que la próxima temporada será atípica. Y eso, y en un deporte como el baloncesto supone un problema dramático, hará que el calendario de la NBA coincida, con absoluta seguridad, con los Juegos Olímpicos de Tokio, que se aplazaron el verano pasado, también por la pandemia, y que se celebrarán del 23 de julio al 8 de agosto de 2021. El parón de la temporada NBA nunca pareció una posibilidad muy realista, y Silver ha dejado claro que no la contemplan: “Tendremos que considerarlo pero no lo veo probable en realidad. Si empieza más tarde la temporada, no veo factible que paremos durante los Juegos. No se trata solo de las semanas de competición olímpica, los jugadores tendrían una concentración previa y necesitarían un tiempo de descanso después”.

El lio de fechas para la NBA sería tremendo si, además de todas sus circunstancias actuales, tuviera que parar entre julio y agosto. Y, en todo caso, tampoco parece probable que las franquicias dejen ir a sus grandes estrellas con el consiguiente riesgo de lesiones y problemas físicos. El desastre, si ambas competiciones se solapan y los NBA se quedan en sus equipos, sería enorme y global para el baloncesto olímpico. Además del Team USA, la selección de Estados Unidos que quería armar un gran equipo tras su fiasco en el pasado Mundial de China, las grandes selecciones del mundo se verían afectadas: cuando arrancó esta temporada de la NBA, había 108 jugadores no estadounidenses en las plantillas de las 30 franquicias, incluidos -claro- prácticamente todos los mejores jugadores del mundo:

“Hay tanto talento que creo que EE UU podría tener un equipo competitivo, pero estoy más preocupado por algunas de las otras selecciones. Porque sus grandes estrellas están en nuestra Liga y su ausencia supondría un gran hándicap para ellas. Dicho todo eso, las circunstancias son tan excepcionales que es imposible saber cómo van a estar las cosas el próximo verano. Son tiempos en los que las normas tradicionales desaparecen y todo el mundo tiene que adaptarse”, terminó Adam Silver.

Unos preolímpicos también en el punto de mira

El problema no afecta solo a los Juegos, sino que se extiende también a los torneos preolímpicos de los que saldrán las últimas cuatro plazas que reparte el baloncesto. Estos se disputarán del 29 de junio al 4 de julio e incluyen a grandes selecciones y clásicos del baloncesto mundial que también parecen abocados a jugarse el puesto olímpico sin sus grandes estrellas. Es el caso de la Eslovenia de Luka Doncic, que lleva sin jugar con su selección desde que ganó el Eurobasket 2017. Pero también de Lituania (estaría sin Sabonis y Valanciunas), Serbia (Nikola Jokic, Bogdan Bogdanovic, Nemanja Bjeliça, Boban Marjanovic), Italia (Danilo Gallinari, Marco Belinelli), Alemania (Dennis Schröder, Daniel Theis, Maxi Kleber), Croacia (Bogdan Bogdanovic, Dario Saric, Ivica Zubac), Grecia (Giannis Antetokounmpo), Turquía (Cedi Osman, Ersan Ilyasova, Furkan Korkmaz), República Checa (Tomas Satoransky), República Dominicana (Al Horford, Karl-Anthony Towns) o Canadá, una selección que podría ser de las más atracticas del mundo si pudiera contar con su actual generación de jugadores NBA: RJ Barrett, Jamal Murray, Tristan Thompson, Shai Gilgeous-Alexander, Brandon Clarke, Dillon Brooks, Chris Boucher, Kelly Olynyk, Dwight Powell, Andrew Wiggins…

Eso en cuanto a los preolímpicos. Los ocho equipos ya clasificados (Japón, EE UU, Argentina, España, Francia, Nigeria, Irán, Australia) también tendrían graves problemas sin sus NBA. Es obvio en el caso de Estados Unidos; pero, más allá, España ha tenido esta pasada temporada en la Liga estadounidense a Ricky Rubio, Marc Gasol, Serge Ibaka y los hermanos Hernangómez, Willy y Juancho. Japón, la anfitriona, se quedaría sin su nueva gran estrella, Rui Hachimura. Y el golpe sería durísimo también para Australia (Aaron Baynes, Matthew Dellavedova, Dante Exum, Joe Ingles, Patty Mills, Ben Simmons…) o Francia (Niko Batum, Sekou Doumbouya, Rudy Gobert, Frank Ntilikina, Vincent Poirier, Evan Fournier…).