Diego Alderete, puro ADN estudiantil
El canterano (20 años y 1,94 metros) debutó este sábado ante el TD Systems Baskonia tras pasar por todas categorías inferiores del Movistar Estudiantes.
Las alegrías en el Movistar Estudiantes son pocas en los últimos años. Una salvación en las jornadas finales, otra por cerrarse la temporada, algún fichaje molón, una Copa por ser anfitrión… Pocas y bastante efímeras. Pero algunas de ellas, por pequeñitas que sean y poca cosa para otros, levantan como nada el orgullo de la afición azul. Hablamos, claro, del debut de alguno de sus canteranos… aunque con Diego Alderete el molde se rompió.
El madrileño saltó a la pista en el minuto 8:40 del primer cuarto contra el TD Systems en reemplazo de Djurisic y las redes sociales colegiales saltaron por los aires. Con público en las gradas del WiZink Center hubiera sido apasionante porque Diego es un ramireño de pura cepa, criado en las pistas del Magata desde lo 4 años y forjado a fuego, lentamente, en cada una de sus categorías hasta hacerse un hueco este verano con los mayores.
“Llevamos con Diego desde que era benjamín, y ha hecho un gran trabajo de pretemporada, se ha ganado el hueco día a día entrenando. Hemos decidido que puede aportar ya cosas al primer equipo”, dijo Javi Zamora, entrenador estudiantil, de un alero (ala-pívot) de tan solo 20 años y 1,94 metros, que estuvo a un paso de regresar otro curso más a Logroño. El CB Clavijo y el conjunto colegial, incluso, hicieron oficial su cesión por segundo año seguido a principios de agosto. En su única experiencia en el club riojano disputó 21 partidos, con una media de 18 minutos en los que promedió 4,1 puntos y 4 rebotes para 6 de valoración.
Alderete es un jugador todoterreno. Fuerte, valiente, inteligente (el nuevo Pancho Jasen), que ha crecido año tras año con paciencia dentro de la esperanzadora Generación del 2000 del Estudiantes que guio en el pasado su actual entrenador ACB. Con él, los colegiales consiguieron los títulos de Campeón de España Infantil (2014) y Cadete (2016). En la final de este último torneo, anotó la canasta ganadora ante el Gran Canaria además de 14 puntos, los máximos de su equipo.
También fue pieza clave en el ascenso a LEB Plata del filial colegial en 2019: una recta final de escándalo con doce victoria seguidas (Madrid incluido) permitió la clasificación para la fase final, donde alcanzó los 8,3 tantos y ¡11,3 rebotes! para 15,3 de valoración media. En el partido por el ascenso, ante el Igualada, se disparó hasta las 18 capturas, 8 de ella ofensivas. También ha sido internacional con las categorías inferiores de la Selección.
Su hermano Héctor
Y si Diego está hecho con la madera de los grandes jugadores, su hermano Héctor también. Con 18 años, es una de las grandes promesas del baloncesto español… siempre que las malditas lesiones no paren una progresión cuyo techo no se divisa. En 2019, en un entrenamiento con el primero equipo, se rompió el ligamento cruzado de la rodilla, una lesión de la que tuvo que volver a operarse en 2020 tras una recaída en un partido. “Ahora mismo mi hermano no es mejor que yo, pero lo va a ser 100%. Es un gran defensa que puede jugar en cualquier posición y es el proyecto en mayúsculas del Estudiantes, si no se despista claro”, afirmó Diego sobre su hermano en una entrevista en El Generacional en 2018.