Tenerife acogió a mediados de septiembre el segundo torneo ACB tras el parón por el coronavirus. El primero fue la exitosa fase final de la Liga Endesa en Valencia, que recibió a 12 equipos en un burbuja sanitaria durante 14 días. La experiencia no se repetió en esta Supercopa, pero también contó con un entorno seguro. La idea era que el primer título del curso se asemejara lo máximo posible a la realidad que deberán afrontar los clubes durante la Liga: vida diaria normal, desplazamientos y estrictos protocolos sanitarios para poder jugar.

Las pretemporadas de los equipos ACB comenzaron en agosto con varios sustos. Después de que el Urbas Fuenlabrada anunciara cinco positivos, los clubes decidieron reunirse de urgencia para hablar sobre los protocolos que habría en la competición y en los amistosos previos al inicio de ésta y resolver algunas dudas. Varios equipos han contado con positivos en su plantilla y staff técnico, pero los contagios no han ido a más: el positivo se ha aislado en su domicilio y al resto del equipo se le ha hecho una nueva prueba para descartar que hubiera más contagios. Durante la competición, la ACB aplazará un partido si un equipo cuenta con tres positivos, da igual que sean jugadores o integrantes del cuerpo técnico.

El Joventut-Unicaja de la primera jornada se aplazó este viernes (se debía disputar el sábado a las 18:00) por un positivo en el equipo malagueño. El problema, en este caso, es que no había tiempo suficiente para tener los resultados de una segunda prueba a los jugadores y cuerpo técnico restantes.

Además, por ahora, el baloncesto arrancará sin público. "Ojalá dependiera de nosotros", se lamentaba Antonio Martín, presidente de la ACB, en Movistar Deportes durante la Supercopa. "Las competencias no están delegadas a las comunidades, sino que las tienen el CSD y el Gobierno. Siempre que haya visto bueno de éstas, se acometerá. No va a ser fácil pero vamos a intentarlo. En el deporte no profesional se están tomando medidas para que haya un número determinado de público. Tenemos que ser muy precavidos y hacerlo de manera muy paulatina. Al principio no habrá público, después un poquito, ver cómo funciona, e ir probando. No tiene sentido de cero a nada de un día para otro".