El Zaragoza pone en alerta al Bilbao con un palizón de época
Los rojillos, muy inspirados en ataque ante una defensa endeble, se fueron a los cien puntos y los 30 de diferencia en el penúltimo ensayo de los pupilos de Mumbrú.
Los dos contendientes en Miribilla juegan en ligas diferentes, ya se demostró en el Príncipe Felipe el curso pasado. Balvin causó baja por una sobrecarga, y Hakanson sigue fuera por problemas en los isquios, aunque al menos pudo actuar Rigo, que sufrió un esguince días el sábado ante el Burgos. El base y el cinco, donde empieza y acaba el juego, anulados, eso crea desconcierto. El Zaragoza se pone a punto sin Justiz, un jugador fundamental, desde hace tiempo, aunque tiene armas de sobra para suplirle. De salida, se cargó pronto de faltas Zyskowski. Y Moses empezó a borrar la mala tarde que tuvo ante el San Pablo, con siete puntos nada más arrancar, el único que anotaba en los locales. Estos adquirieron una ventaja cómoda en un encuentro con mucho ritmo: 22-14.
Hasta once de renta tuvo el RETAbet. Ahí empezó la debacle. Cinco minutos sin ver el aro. Un parcial de 0-15 ampliado a 2-22 de nuevo emborronó todo lo bueno hecho anteriormente por parte del Bilbao Basket, que juntó un quinteto con muy poco talento ofensivo y sufrió lo indecible: Rigo como improvisado base, Serron, Reyes, Kulboka y Dos Anjos. Frente a ellos, jugadores como Brussino que son pura inteligencia. El Zaragoza subió el listón de la dureza atrás, mientras que en cancha rival se cobraba unas cuantas faltas, y le fue muy bien: 33-42. Mumbrú tuvo que parar la refriega y pedir un poco más de orden. Salió Rousselle, el único que se salvó de la quema, para imponerlo y seguir anotando con ese paso atrás y lanzamiento bombeado de tres que tan bien domina.
La segunda parte se abrió con una canasta portentosa patentada por San Miguel, lanzando el balón al tablero a modo de alley-oop para que machacase Konate viniendo desde muy atrás. Fue el disparo que anunció la salida estampida del cuadro zaragozano, que tiene una potencia de fuego bestial y se iba viniendo arriba con el acierto que iba encontrando. Por dentro y por fuera, todos tienen puntos y son duros custodiando las líneas de pase. Saben muy bien generar esos espacios a partir de los unos contra uno y dársela a un exterior en la esquina completamente solo.
En el tercer cuarto, Serron al tratar de pasar el balón, dio involuntariamente con el codo a Barreiro, que estaba muy encima. Le abrió una brecha en el pómulo y tuvo que ser atendido por los doctores. La diferencia fue creciendo y creciendo. La secuencia final, con los aragoneses celebrando el triunfo como si se tratara de un título, fue humillante. Sulaimon es un jugador que se formó en la prestigiosa Duke, viene de Francia y puede despuntar en la ACB. Su exhibición final empezó dando un alley-oop a Hlinason. Luego metió dos triples y también se unieron a la fiesta lejana Ennis y San Miguel. Una paliza que activa el despertador del Bilbao Basket. Ya solo le queda la cita del sábado en Oviedo ante el Obradoiro para apretar las tuercas de un bólido que aún anda gripado.