Problemas en los Lakers: Harden (39+12) sentencia sin LeBron
La Barba se exhibió ante unos Lakers llenos de dudas y sin un LeBron que está con problemas en la ingle y mantiene en vilo a los suyos.
Los Lakers son un mar de dudas. Es la conclusión que se puede sacar tras el partido ante los Rockets, que ha supuesto la segunda derrota consecutiva de los angelinos, tercera en cuatro encuentros y que les deja 2-3 en la burbuja. Y sin LeBron, ese ser adimensional que estaba llamado a guiarlos al anillo y que se encuentra ahora lesionado de esa ingle que tantos problemas le ha dado y mantiene ahora en vilo a los de púrpura y oro. Primeros del Oeste por primera vez en una década, los Lakers están entre la espalda y la pared, siendo una incógnita ahora mismo de aquí a lo que queda de temporada. Y con los playoffs, que empiezan el día 17, en el horizonte.
Los Rockets ganaron todos y cada uno de los cuartos del partido con un Harden imperial, que se fue a 39+12 y está siendo La Barba que todos conocemos en la burbuja. Sin nadie que le pudiese parar y también sin Russell Westbrook, baja en el choque, La Barba hizo y deshizo a su antojo y fue el amo y señor de un choque al que sus rivales ni llegaron ni se les esperaban. Al descanso, los Rockets mandaban de nueve (65-56); al fnal del tercer periodo, de quinto (94-79). Y al final del partido, se certificó la victoria (113-97). Mucho tendrá que sufrir cualquier equipo para eliminar a los texanos de playoffs. Y mucho tendrán que mejorar los Lakers si realmente quieren optar al anillo.
Sin LeBron, Kyle Kuzma fue, con 21 tantos, el máximo anotador de los suyos, acompañado de los tímidos 17+12 de Davis y los 8+15de un buen Howard. Eso sí, los Lakers fueron un hazmerreír desde el triple, con 2 de 19 por el 21 de 57 (¡!) de unos Rockets que siguen llevando al extremo ese sistema tan bien ideado por Moike D'Antoni y representado en pista por James Harden. Además de La Barba, Ben McLemore llegó a los 20 tantos y Danuel House Jr. a los 14. Poco más se necesitó más allá del escolta para acabar con unos Lakers que nunca se desconectaron del todo del duelo pero que en ningún momento estuvieron en él.
En definitiva, los Lakers están en apuros. Tienen margen de sobra y tiempo para repensar planes de cara a playoffs, pero problemas obvios que empiezan por la ingle de LeBron y acaban en ese lanzamiento exterior que ha sido siempre su principal duda durante todo el curso. Los Rockets siguen a lo suyo y esperan con ansia unos playoffs en los que darán guerra, mientras ven como los desmadejados Lakers intentan salir de un lugar en el que casi nadie les ponía cuando se impusieron a los Clippers en el duelo inaugural de la burbuja. Los playoffs, ya se ha dicho, empiezan el 17. Y sin LeBron, el resultado siempre será incierto. Por no decir imposible.