Zion incendia la pelea en el Oeste: "Me siento vivo otra vez"
Por fin con más minutos y con un gran partido, Zion lidera a los Pelicans ante unos Grizzlies en caída libre. Los Spurs perdieron contra los Sixers. Todo se aprieta aún más.
Los Grizzlies tienen todos los motivos para sentirse miserables… y se están sintiendo miserables. La NBA introdujo un formato play in que, básicamente, sirve para calentar los 88 partidos de regular season que se están jugando en la burbuja de Florida, donde no habrá playoffs hasta el 17 de agosto. Después de ser la revelación de la temporada de octubre a marzo, y de asentarse en un octavo puesto del Oeste para el que nadie contaba con ellos en plena reconstrucción (post Marc Gasol y Mike Conley), los de Tennessee se veían de pronto obligados a defender el fuerte en la burbuja. No solo tenían que asegurar la octava plaza sino que tenían que intentar abrir una brecha de más de cuatro partidos para evitar ese play in. Por detrás, tiburones: Blazers, Pelicans, Spurs…
Ninguno ha apretado mucho el acelerador, pero los Grizzlies se están cayendo solos, disparados por la realidad, cada vez menos convencidos en sus posibilidades. No han tenido continuidad y han perdido los tres partidos que han jugado en la burbuja. En regresión, cada vez más inexpertos, más inestables… Una inercia decreciente: debieron ganar a los Blazers, pudieron ganar a los Spurs y soñaron con ganar a los Pelicans, que a su vez lanzaban su última apuesta al tapete. Y ganaron (109-99). Y los Spurs perdieron con los Sixers (132-130) y la cosa se calienta mucho: 32-36 para los Grizzlies (octavos), 30-38 para los Blazers, 29-37 para los Spurs, 29-38 para los Pelicans… y detrás Kings y Suns como outsiders. Hay pelea por el noveno… y por el octavo si los Grizzlies no afinan un poco y reaprenden a ganar.
Pero la noticia en el Pelicans-Grizzlies estuvo en Zion Williamson, que recuperó la sonrisa y lo dejó muy claro después del partido: “Me vuelvo a sentir vivo”. Después de dos partidos coartado por la restricción de motivos, entre debates y rumores, jugó por 25 (29 entre los dos primeros) y terminó con 23 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Y estuvo en los momentos calientes, por fin. De hecho, anotó 5 puntos seguidos en tres minutos decisivos que convirtieron un 97-92 en un 102-93. A los Grizzlies, que habían hecho la goma todo el partido, se les acabó ahí la gasolina. Llegan vivos a todos los finales pero ahí se quedan sin ideas, hechos un flan. Esta vez Jaren Jackson Jr anotó 22 puntos y Brooks 15, pero Ja Morant (que le va a ganar el Rookie del Año a un Zion que no debutó hasta enero) se quedó en 11 con un 5/21 en tiros y un 1/10 en triples. Los Pelicans se aferran a sus opciones: 24+7+5 de Brandon Ingram, 16 puntos de un Redick clave en el último cuarto y 15 de Jrue Holiday y Hart.
Para apretar más las cosas, los Spurs perdieron por primera vez en la burbuja (132-130) ante unos Sixers que siguen siendo absolutamente indescifrables. Ganaban de 14 en el inicio del último cuarto y perdían 128-130 a falta de 7 segundos, cuando el joven Shake Milton (titular en la nueva configuración de Brett Brown) anotó el triple decisivo. Después de quedarse a cero en su primer partido en la burbuja, Milton acabó con 16 puntos y aprovechó la obsesión de los Spurs con defender a Joel Embiid, que terminó con 27 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. Tobias Harris se fue a 25+6+4 y Richardson anotó 19. Los Sixers, una vez más, jugaron bien a ratos… y se descosieron en otros tramos. En los Spurs, DeMar DeRozan anotó 30 puntos, Rudy Gay 24 y Derrick White, 20. Siguen con opciones de ser octavos, novenos… o de quedarse fuera del play in. Ahí va a estar el asunto caliente, es obvio, de lo que queda de fase regular.