Tatum: "El campus de la NBA es el lugar más seguro ahora mismo"
El comisionado adjunto de la Liga analiza el reto del regreso de la temporada 2019-20 de la NBA: "Ha sido monumental, no podríamos haberlo hecho sin los jugadores".
La NBA paró el 11 de marzo, tras el positivo por coronavirus del francés Rudy Gobert (Utah Jazz). Ahí comenzó una lucha contra el virus y sus efectos, y por momentos pareció que contra la misma lógica, para no dar por finalizada una temporada 2019-20 que ha vuelto en Orlando, en el complejo de Walt Disney y por ahora con un tremendo éxito. La burbuja funciona, la comitiva de la Liga no registra positivos y los partidos están en marcha desde el pasado jueves.
Mark Tatum, comisionado adjunto y director de operaciones de la NBA, y también miembro del Comité Ejecutivo de la FIBA, analizó el complejo viaje hacia el regreso con varios medios de todo el mundo, entre ellos AS. Tatum nació en 1969 (en octubre cumplirá 51 años) en Vung Tau, Vietnam, y creció en la zona este de Nueva York. Tras pasar por grandes empresas como PepsiCo, se introdujo en el mundo del deporte a través de la MLB de beisbol, y en 1999 dio el salto a la NBA, donde es una figura clave desde que Adam Silver se convirtió en comisionado en 2014.
Tiene que ser una sensación muy especial tener la NBA otra vez en marcha...
Es un momento de mucha excitación, de anticipación. Poner en marcha esto ha sido un reto monumental. No solo las negociaciones iniciales, después la planificación, la logística en el campus de Disney... y, además, llevarlo todo a cabo en un momento de enorme tensión social en Estados Unidos y con una pandemia global que nos ha afectado a todos. Hemos trabajado de forma muy estrecha con nuestros asesores y expertos médicos, con las instituciones públicas de salud. Hemos creado unos extensísimos protocolos para mantener seguro y sano a todo el mundo dentro de nuestro campus. Esa es nuestra prioridad, y por ahora está funcionando. Hemos puesto en marcha de nuevo una competición que se va a ver en 215 países, con 47 idiomas distintos.
Uno de los asuntos más comentados en los primeros partidos fue la decisión de casi todos los jugadores, entrenadores y árbitros de arrodillarse durante la interpretación del himno de EE UU. La NBA tiene una norma con la podría obligar a que los jugadores escucharan en pie el himno, pero ha optado por no usarla.
Esa regla por la que todos los que están en pista tienen que atender en pie la interpretación del himno tiene casi 40 años. Entiendo las protestas y a quienes protestan, vamos a seguir trabajando mano a mano con los jugadores en cuestiones que son muy importantes para ellos. Lo hemos hecho durante estos últimos años, lo hemos hecho ahora con los mensajes que llevan en las camisetas, con el logo de Black Lives Matters en las pistas...
A nivel sanitario el éxito está siendo rotundo. Los jugadores mantienen la disciplina salvo algunas excepciones. Lou Williams acudió a un club de striptease para, en teoría, comer alitas de pollo...
Hemos creado una extensísima lista de normas y protocolos con expertos mundiales en enfermedades infecciosas, virus y epidemias. Y hay unos reglamentos y hay unas actuaciones establecidas para el caso en que alguien dentro del campus no se atenga a esas normas. Tenemos todo el proceso bien definido. Ahora mismo, si se miran los resultados, la realidad es que los protocolos están funcionando. No hay positivos en los últimos test realizados a los casi 350 jugadores que están en el campus. Pero también sabemos que hay un camino largo por delante. La gente que está dentro del campus está comprometida con el cumplimiento de las normas, con seguir los protocolos para que todo el mundo esté seguro.
En caso de que el coronavirus obligue a parar otra vez, cosa que esperamos que no suceda, ¿existen más planes alternativos para esperar a que se pueda jugar o se optaría por la cancelación definitiva de la temporada?
Como acabo de decir, hay unos protocolos. A partir de ahí, veríamos según como fuera la hipotética situación. Tenemos un panel de expertos y especialistas en epidemias y enfermedades infecciosas. Si sucede algo, se analizará desde la situación específica que sea y se decidirá qué pasos se tienen que tomar. Hay muchos escenarios posibles, pero creo que tenemos procesos para tratar con ellos ahora mismo. Lo más importante, en todo caso, es que por ahora los protocolos funcionan y somos optimistas. Si todo el mundo sigue cumpliéndolos, creo que podremos acabar la temporada y tener un nuevo campeón de la NBA.
¿Cuál ha sido la verdadera clave para sacar adelante este plan?
la principal, la unión con los jugadores. No podríamos haber sacado esto adelante si no hubiéramos tenido una relación tan buena. Ellos tenían que aprobar las condiciones que habíamos creado para que se terminara la temporada. Y con ellos tuvimos que analizar la situación social del país y el deseo que tenían de trasladar sus mensajes de petición de justicia. Teníamos reuniones semanales con ellos y con Michele Roberts, directora ejecutiva del sindicato (NBPA). A veces varias en la misma semana. Nuestra coordinación con los jugadores ha sido esencial, un aspecto crítico. Esto no se habría hecho sin ellos. Y el otro factor es el trabajo que se ha hecho con nuestro panel de expertos. La seguridad era lo más importante, la salud de todos en el intento de hacer algo que no habíamos hecho nunca y que, en realidad, creo que nadie o casi nadie había intentado hacer hasta ahora. Ha hecho falta un trabajo muy coordinado con expertos de diferentes áreas. Nuestra asociación con Disney también ha acabado siendo muy importante para crear el campus que tenemos con instalaciones de primera categoría para los equipos.
¿Y qué fue lo más complicado?
Lo más duro fue la preparación de esos protocolos de salud y seguridad. Sabíamos que no seguiríamos adelante ni no dábamos con fórmulas que nos hicieran sentir totalmente seguros y tranquilos. Eso llevó meses de conversaciones para intentar crear algo que jamás se había creado y para hacerlo con la certeza de que podríamos asegurar que todo el mundo fuera a permanecer sano. Fue duro por el nivel de detalle que se requería, el nivel de comprensión de cómo funciona el virus, de cómo se puede controlar su expansión...
¿Qué quedará en el futuro de todo lo que se ha creado para esta burbuja?
Creo que lo más interesante ahora mismo tiene que ver con la retransmisión de los partidos, el uso de las cámaras, los ángulos y nuevos planos... Tenemos en los partidos 30 cámaras operadas por robots, no por personas. Vamos a ver cosas que no hemos visto nunca en partidos de baloncesto, vamos a tener cámaras donde antes estaban los ojos del aficionado que iba al pabellón, por ejemplo... También creemos que hay muchas posibilidades en la integración virtual de los aficionados en las gradas. Fans de todo el mundo van a poder participar de la experiencia de los partidos de una forma nueva. Aunque no estén allí físicamente lo verán todo, los jugadores los podrán ver a ellos...
En realidad la NBA lleva tiempo trabajando en crear una experiencia real de partido para los aficionados que no están en el pabellón.
La pandemia nos está obligando a improvisar en todos los sentidos, pero lo cierto es que el 99% de nuestros aficionados nunca ponen un pie en un pabellón de todas formas. Ese dato ahora es el 100% por culpa del virus. Ha sido se ha convertido en una cuestión crítica crear una experiencia cada vez más inmersiva y realista para esos aficionados que ven partidos, ahora tanto en Estados Unidos como fuera. Ahora en Orlando estamos pudiendo probar cosas. Nuevas cámaras, nuevos ángulos que recrean como ves un partido desde, por ejemplo, la fila 10 de un pabellón... Y en cada país queremos que los aficionados tengan en las retransmisiones nuevas opciones de idioma, de las personas que narran los partidos... en todo eso estamos trabajando.
Cuando un jugador tenga que ir a la línea de tiros libres con el partido en el aire, ¿será más fácil ahora sin público real en las gradas?
Estamos intentando recrear una sensación real de partido. El jugador que va a la línea de tiros libres ve a los aficionados que están conectados a través del Together Mode en el que hemos trabajado con Microsoft. Son aficionados reales que están viendo esa jugada en ese momento. Están animando, pitando... Son aficionados del equipo que sea local. También vamos a tener asientos reservados para los familiares justo detrás de los banquillos. Evidentemente no será lo mismo que tener a 20.000 aficionados llenando el pabellón, pero nuestros jugadores son deportistas de elite y sabrán adaptarse. Ya lo han estado haciendo en los partidos amistoso que hemos disputado.
La NBA fue la primera gran Liga profesional que se detuvo.
Cuando tratas de organizar las cosas durante una pandemia, siempre pones por delante la seguridad y la salud de todos. Ese tiene que ser el punto de partida. Nosotros paramos la temporada el 11 de marzo. Y creo, además, que pudimos actuar tan rápido y con tanta determinación porque llevábamos ya dos meses analizando el virus, tratando de comprender la situación. Tenemos una presencia importante en China, y cuando el coronavirus comenzó a impactar allí, lo sentimos en nuestras oficinas. Eso nos ayudó a empezar a analizarlo todo y a estar más preparados cuando tuvimos que parar la temporada. O a estar todo lo preparados que podíamos estar, al menos. Sabíamos que nos quedaba muchísimo por aprender todavía sobre la pandemia. No sabíamos que íbamos a poder hacer hasta que comenzamos a hablar con los expertos.
Michele Roberts, representante de los jugadores (NBPA) ya ha dejado caer que la burbuja puede ser también la fórmula para que haya temporada 2020-21...
Michele Roberts ha estado implicada en todo el proceso desde el principio. Sabe lo difícil que ha sido creer este entorno y mantener a todo el mundo sano. Ella está en la burbuja ahora, está en el campus. Está comprobando que es efectivo, que es seguro si todo el mundo cumple con los protocolos. La seguridad de todos fue la prioridad cuando se pensó en este reinicio y lo será cuando se plantee el comienzo de la próxima temporada. Sabremos más sobre el virus, tal vez haya nuevas formas de enfrentarse a él. Estamos aprendiendo, recabando información que será útil cuando haya que hablar de la próxima temporada, algo que todavía no hemos hecho. Toda nuestra energía ha estado en este regreso, en que todo saliera bien. Ahora es cuando estamos empezando a hablar con nuestros equipos, con las franquicias y los jugadores, sobre qué podemos hacer para la próxima temporada. Siempre con la seguridad y la salud de todos como punto esencial.
Ya se habla menos del posible asterisco para el campeón de 2020...
Quien gane será un campeón de la NBA con todos los honores, aunque solo sea por la dificultad que todos están afrontando, la dureza mental de esta situación, la adversidad que supone jugar el 70% de la temporada, tener que parar por un tiempo que es más de lo que muchos han estado nunca sin jugar al baloncesto... volver, jugar en unas condiciones en las que no se ha jugado nunca. Hacerlo sin aficionados presenciales en los pabellones... el campeón habrá superado muchas cosas para cruzar la línea de meta y se le dará todo el mérito que merece.
¿Qué pensaron cuando, por ejemplo, Nikola Jokic dio positivo en Serbia?
Son cosas que demuestran lo seria que es la situación, que nadie es inmune al virus y que jugar en el campus que hemos creado, siguiendo todos los protocolos, es lo más seguro. Francamente, creo que el campus es el lugar más seguro en el que podría estar cualquiera ahora mismo.
Esta burbuja servirá seguramente de ejemplo para otras competiciones, no sé si incluso están hablando con el COI de cara a los Juegos Olímpicos del próximo año en Tokio.
No he hablado directamente con el Comité Olímpico Internacional, pero formo parte del Comité Ejecutivo de la FIBA, que obviamente está en contacto directo con el COI. Hablo todas las semanas con el secretario general Andreas Zagklis, y el jefe de nuestros servicios médicos está en la comisión médica de la FIBA ahora también. Así que hay mucho flujo de información que estamos compartiendo, me consta que también con el Comité Olímpico. Creo que algo bueno que hemos sacado estos meses es que todo el mundo del deporte se ha unido. Ha habido un enorme flujo de comunicación entre las competiciones. Recuerdo cuando la Bundesliga creó sus protocolos hablé mucho con ellos, compartimos muchos datos y mucha información. También hemos hablado mucho con la Liga china (CBA), la Premier League inglesa... Analizábamos cuál era la mejor forma de hacer esto, cómo podíamos resolverlo. No competíamos entre nosotros, sino juntos contra el coronavirus. El mundo es mejor con deporte, con competiciones en juego, y tenemos una responsabilidad colectiva en lograr que las haya y que se haga con garantías de seguridad. Con esa esperanza trabajamos.