Los jugadores de la NBA están viviendo una experiencia novedosa. Pese a que suelen viajar muchísimo durante la temporada de juego, nada como lo que está ocurriendo en Orlando. Una burbuja creada específicamente para protegerles del coronavirus hará que, en el mejor de los casos, la mayoría de equipos estén entre dos y tres meses encerrados en el complejo de la Walt Disney Company en Orange County, en el estado de Florida. 22 de los 30 equipos reanudarán la competición y 16 de ellos pasarán a unos playoffs que durarán hasta principios de octubre. 

Será una concentración muy larga en la que las familias se podrán unir a finales del mes de agosto. Los partidos empiezan el 30 de julio, pero llevan allí desde el 7.

Es por todo que se les han proporcionado numerosas facilidades para hacer más ameno el encierro: excursiones a restaurantes, boleras o para jugar al golf o ir a pescar, pases privados de películas no estrenadas, sesiones de DJs invitados o servicios de pedicura, manicura y barbería, entre otras. Los jugadores están cuidados exhaustivamente las 24 horas del día, aunque eso tampoco ha evitado que se critiquen las condiciones que se les han dado por parte de la Liga.

Sin embargo, cada persona es como es y hay muchos que se han llevado un cargamento de objetos que ellos consideran de valor para amenizar las esperas o simplemente hacer más llevaderas todas esas semanas en Orlando. ESPN ha hablado con algunos jugadores para conocer de primera mano qué es lo que se han llevado al Wide World Of Sports Complex, que es propiedad de su misma empresa, y esto es lo que han recabado. Goran Dragic se conforma con el iPad y su teléfono móvil para poder comunicarse con su familia. Evan Fournier también tirará con el ordenador y unos libros. Otros como Paul Millsap o JaVale McGee son muchos más exquisitos: "Me llevo todo lo que sea posible. No sé cómo se va a dar todo esto, así que me he preparado para lo que venga. Libros, la X-Box... Excepto la cama, he traído todo", dice Millsap; "Hice las maletas como si me fuera a mudar de apartamento. La bici, mi set de juegos... Tengo como diez maletas, es una locura", admite McGee. Ja Morant ha priorizado la comida, la cual se ha llevado a la habitación toda empaquetada ("Soy de ramen, con eso voy bien"). Seth Curry y Wesley Matthews se han centrado en la comodidad de la habitación: Curry tendrá su humidificador; Matthews, unas velas perfumadas. Montrezl Harrell, uno de los que ha tenido que salir de la burbuja para atender una emergencia, ha transportado una sauna y su compañero Lou Williams se ha llevado un estudio de grabación. Y P.J. Tucker, un loco de las zapatillas, no iba a ser menos: asegura que ha llevado 60 pares a Florida. Siempre quedan esos pequeños placeres, como recuerda bromeando Nicolò Melli: "Amo a los Estados Unidos, pero aquí el café apesta. Yo me he traído una máquina de expresos".