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A la NBA se le puede abrir otro frente: los entrenadores temen por sus puestos

El memorando de la Liga sobre la seguridad en Orlando habla de "amenaza directa" en referencia a los empleados de mayor edad.

Mar 11, 2017; San Antonio, TX, USA; San Antonio Spurs head coach Gregg Popovich reacts during the second half against the Golden State Warriors at AT&T Center. Mandatory Credit: Soobum Im-USA TODAY Sports
Soobum ImUSA Today Sports

La NBA envió a las franquicias un memorando de 113 páginas para explicar todas las medidas que había tomado y las indicaciones que habrán de seguir todas las personas que acudan a la burbuja de Disney World donde se disputará lo que resta de temporada. Por supuesto, gran parte de este tenía que ver con la salud de los integrantes de las delegaciones allí presentes y la manera de intentar evitar un posible contagio por coronavirus. Dentro de este apartado hay un punto concreto que puede convertirse en un nuevo campo de batalla a la NBA. Es el referido a las personas de alto riesgo ante el COVID-19, ya sea por cuestiones de salud o por edad, algo que ha hecho reaccionar a la Asociación de Entrenadores (NBCA).

Según informan Zach Lowe y Adrian Wojnarowski en ESPN, la NBCA se muestra preocupada con que ese punto del memorando impida a varios entrenadores ejercer su trabajo en Orlando y ponga "en serio peligro su futuro laboral". En concreto son tres los que estarían dentro de la categoría de alto riesgo por su edad: Gregg Popovich (71 años), Mike D'Antoni (69) y Alvin Gentry (65). En una declaración oficial remitida al medio norteamericano, la NBCA dice que "la salud y la seguridad de todos los entrenadores de la NBA es nuestra principal preocupación. Sin embargo, también estamos preocupados por que las oportunidades de trabajar, ahora y en el futuro, se vea gravemente comprometida. La Liga nos aseguró que ningún entrenador sería excluido únicamente por su edad".

La NBA va a pedir que todos los empleados de todas las franquicias envíen un documento en el que expliquen posibles problemas de salud que les puedan convertir en personas de riesgo, tales como asma, problemas de corazón, estar en un tratamiento contra el cáncer, ser fumador habitual o tener problemas de sobrepeso, entre otros. Un médico de la franquicia tendrá que revisar la veracidad de todos los cuestionarios y enviar un escrito a la NBA para confirmar que los empleados están en condiciones de viajar a Orlando. Pero si alguna de estas personas recibe el visto bueno de su médico a pesar de tener algún elemento que le convierta en paciente de riesgo la NBA le hará su propio examen médico con doctores independientes y, si estos dicen que no puede estar en la burbuja de Disney World por ser una "amenaza directa para su salud", la decisión será definitiva e inapelable.

La expresión "amenaza directa" está elegida a propósito y reflejada así en el memorando porque en la Liga creen que les evitaría problemas legales en caso de excluir a cualquier individuo. Por su parte, la NBCA confía en que la edad por sí sola no sea considerada un factor de riesgo y alude a la supuesta seguridad que la NBA ha creado en la burbuja de Disney World como razón suficiente para que todos los entrenadores puedan estar dirigiendo a sus equipos en el reinicio de la competición: "Creemos que el proceso de revisión médica está diseñado para señalar solo a aquellas personas que presentan amenazas significativas a sí mismas y que no puedan ser reducidas o eliminadas por los considerables pasos de la NBA para crear un ambiente saludable y seguro en Orlando. Adam (Silver) y la NBA han creado un ecosistema en Orlando que es mucho más seguro que las ciudades donde residen nuestros entrenadores. En ausencia de una amenaza significativa, creemos que un entrenador debe ser capaz de comprender y asumir los riesgos individuales y estar en Orlando".