¿Una temporada sin afición en pabellones? Eso creen en la NBA

El desastre del coronavirus no tendrá consecuencias a la corta sino a la larga. En la vida y en los deportes. En el caso de la NBA no iba a ser de otra forma. La liga norteamericana ha aprobado un plan para que la competición regrese y se acabe la temporada 2019/20 con un campeón, pero será en circunstancias nunca antes conocidas: en Disney World, en una sede preparada para ocasiones especiales y con una burbuja creada por la Liga para que se reduzcan al máximo los riesgos. 

La NBA maneja pérdidas importantes para la próxima temporada y las venideras, con un especial énfasis en este 2020. Globalmente no es tan grande lo que los equipos pierden por lo tangible de los partidos (venta de entradas, abonos, venta de productos, publicidad, etc), es más el montante de contratos con patrocinadores y operadores televisivos, pero la reputación de los partidos sin público -amén de que los trabajadores itinerantes de los pabellones hayan sufrido esta crisis como los que más, para lo cual franquicias y jugadores ya urdieron planes de ayuda- afecta mucho a una organización con tanta exposición en el mundo. En Estados Unidos son los propios estados los que tienen la potestad de prohibir la entrada a los pabellones y las leyes pueden variar en la NBA según en qué estado esté situado cada equipo, pero la NBA cuidará la equidad competitiva si se da el caso. Se esperaba en fechas atrás que no entren aficionados a los estadios deportivos hasta 2021, pero la idea que se empiezan a hacer Adam Silver y los distintos agentes (la Asociación de Jugadores, uno de ellos) es distinta. Como desvela Shams Charania en The Athletic, en la reunión organizada por Kyrie Irving y en la que estuvieron otros representantes sindicales como Chris Paul o Garrett Temple, se dijo que el pensamiento con el que se trabaja ahora es que no haya público durante la temporada 2020/21 al completo.