Los jugadores extranjeros han tenido una suerte dispar a lo largo de la historia de la NBA. Los ha habido como Tony Parker o Manu Ginobili, ambos en los Spurs de Gregg Popovich, con una ristra de campeonatos coleccionados, o como Pau Gasol o Dirk Nowitzki, donde los respectivos títulos además van acompañados del debate sobre la importancia a nivel individual. Pero todos ellos van a la cola si hablamos simplemente de una línea temporal. No fueron los primeros.
En España se presume de Fernando Martín, el primer jugador nacional en irse a la NBA, pero su etapa allí pasó un tanto desapercibida. A su regreso, de nuevo en el Real Madrid, se encontró con un fiero competidor por el puesto más alto en el pedestal de aquel equipo. Drazen Petrovic, nacido en Sibenik (Croacia) en 1964, ya había hecho historia. Sus cuatro años en la Cibona de Zagreb habían llamado la atención de todo el continente y el Madrid pretendía ser su último escalón antes de marcharse a la NBA, para la que había sido seleccionado dos años antes de su llegada al Real. El ambiente en el vestuario era de lucha de egos entre los dos ante la estupefacción de los compañeros, que se veían obligados a elegir bando. Probablemente una de las razones por las que el Barça les arrebató la Liga aquel año. Petrovic sólo jugó una temporada en el club de Chamartín: Estados Unidos le estaba esperando.
Pero no sólo la calidad y la mentalidad son factores a tener en cuenta en el deporte o cualquier otra profesión. Y Petrovic lo comprobó el 7 de junio de 1993.
Su carrera en la NBA iba de la mano de otro gran europeo, Sarunas Marciulionis. Ambos llegaron en 1989. El lituano, a los Warriors; el croata, a los Blazers. La de Petrovic tuvo una gran mejora cuando se cambió de equipo, pero la de Marciulionis aguantó más en el tiempo. Es de lo que todavía el mundo se sigue lamentando. La vida del llamado 'Mozart del baloncesto' acabó de forma trágica sólo cuatro años después de su llegada a América. Un accidente de tráfico en Alemania acabó con él y con las esperanzas de los fans de la NBA, que ya le estaban viendo hacer historia.
El paso de Petrovic por la NBA sólo tiene dos etapas porque sólo jugó en dos equipos: Portland Trail Blazers, el equipo que le eligió y con el que debutó, y New Jersey Nets, el equipo que de verdad apostó por él un año y medio después de su aterrizaje.