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SELECCIÓN FEMENINA | ENTREVISTA

Mondelo: "El Europeo será una bala extra, no un segundo plato"

El seleccionador habla con AS de su experiencia en Japón: "Tienes que adaptarte y aportar algo. Es como la comida fusión: aprovechas sus virtudes y le das tu toque".

Mondelo: "El Europeo será una bala extra, no un segundo plato"
ALBERTO IRANZODIARIO AS

Lucas Mondelo nos atiende desde Nagoya. El seleccionador español se ha quedado en Japón porque su postemporada con las Toyota Antelopes comienza en mayo y si se marcha, no podrá volver. El técnico acababa contrato con la FEB tras los Juegos de 2020, pero todo apunta a que continuará. El año que viene tendrá doble reto: defender título en el Eurobasket de Francia y España y los Juegos de Tokio.

¿Cómo es que se ha quedado en Japón?

La embajada se puso en contacto conmigo hace un tiempo para volver en un vuelo que fletó y en el que viajaron Luis Guil, Sebas Saiz, Pablo Aguilar... Ellos no tienen contrato en mayo. Yo, aparte del contrato de temporada, tengo también de postemporada. Y si me voy, no puedo volver. En teoría, iba a seguir aquí mayo y junio y después enganchaba con la Selección. Estoy preocupado por mis padres, que son mayores, preocupado por todo lo que está pasando. Pero hay que adaptarse, adaptarse es la palabra clave en los tiempos que corren. A ver si en julio puedo volver a España, que se va a cumplir casi un año desde que estoy aquí.

Hace unas semanas el gobierno japonés decretó el estado de emergencia. ¿Cómo están?

Su estado de emergencia es un poco peculiar. Lo esencial está abierto, como en todos los sitios, pero aquí no hay órdenes sino recomendaciones. Recomiendan el teletrabajo y a las empresas que no pueden hacerlo, les aconsejan que escalonen a los trabajadores por horas. Han pedido que la gente se quede en casa, que sólo salga para hacer las compras esenciales, pero si tú decides salir ni te van a multar ni te van a detener. Puedes hacerlo, pero son muy disciplinados y se quedan en casa. Es su cultura.

¿Cómo fue la llegada del coronavirus a Japón?

Su cultura aquí les ha ayudado a aguantar bastante. Están acostumbrados a no darse la mano, llevan mascarilla y guantes per se, muchas tiendas tienen jabón o desinfectante... Eso ha ayudado a que esto no se desmadrara, pero había empezado a írseles de las manos en Tokio y ahora, sin Juegos, intentan parar el golpe. Desde el principio tomaron medidas: suspendieron las clases, pararon el fútbol, el baloncesto... Nos mandaron a casa tres semanas. Y eso paró bastante el golpe, porque evitaron las aglomeraciones. A los chicos del basket, por ejemplo, les pueden ir a ver 10.000-12.000 personas.

¿Cómo ha ido su primera experiencia en Japón?

Muy bien. Tienen mucho margen de crecimiento y unos medios brutales. Mi equipo tiene una instalación preparadísima sólo para entrenar nosotros. Sería la envidia de muchísima gente. Tengo mi oficina privada, mi vestuario... Todo lo que quiero y más.

¿Por qué esa apuesta tan fuerte?

Las empresas, en la mayoría de los casos, no esponsorizan sino que son las dueñas del club. El crecimiento en el baloncesto femenino es muy grande. Ya lo verá, Japón va a ser una de las selecciones que sorprenderá en los Juegos. Están apostando fuerte. Son muy disciplinados, creen mucho en el trabajo y se vuelcan en él.

¿Cómo es trabajar en el baloncesto japonés?

Cuando llegas a un sitio nuevo, y que además tiene una cultura tan diferente, no puedes pretender cambiarlo todo. Sería un auténtico fracaso. Tienes que adaptarte y aportarles algo. Es como la comida fusión: aprovechas sus virtudes y le das tu toque. Tengo contrato por tres temporadas y creo que este año hemos crecido: quedamos segundos de la fase regular y están muy contentos. Vamos a ver si el año que viene nos podemos llevar uno de los dos títulos y al siguiente, la Liga. Ese es el proceso.

¿Cómo fue la cancelación de la temporada?

Pararon a falta de tres jornadas. Nosotros seguimos entrenando. Nos hacían controles: nos tomaban la temperatura y tenías que apuntar dónde habías estado el día anterior, a qué hora y con quién. Era una manera de buscar rápidamente el foco de una infección. Al acabar segundos, nos clasificábamos directamente para semifinales. La idea era resolver la competición en dos fines de semana con el modelo de la Copa: octavos un sábado, cuartos el domingo y las semifinales y la final la semana siguiente. Todo a puerta cerrada. Los chicos arrancaron una semana antes, pero algún árbitro tenía fiebre y la mitad de los americanos se habían vuelto a su país. Tuvieron que parar. Cuando las jugadoras vieron esto, pidieron una votación para hablar del tema. Su decisión, o más bien recomendación, fue no jugar. Y eso hicieron.

¿Cómo es ahora su día a día?

Estoy descansando. He desconectado un poco del baloncesto, porque también llevo muchos años entre Euroligas, ligas, China, Rusia, la Selección... Este kit kat me va a venir bien para relajarme un poco. Lo malo es que el kit kat también produce algo de ansiedad por la situación. A nivel personal, quitando esa parte emocional, me viene bien. Intento marcarme objetivos durante el día, pero sin agobiarme. Hay que relativizar y adaptarse.

¿Cuándo pensó que los Juegos eran inviables?

Me sorprendió que tomaran la decisión tan tarde. Una vacuna no la van a encontrar en, mínimo, un año y casi sería un récord. No sólo hay que descubrirla, sino también producirla. Y hay muchos millones de personas en todo el mundo. Es un reto. Era lógico que movieran los Juegos, aunque ellos pensaran que se podrían celebrar. Esta bola ha cogido velocidad y no se frena tan fácilmente. Cuando se tomó la decisión, hubo un par de días de desilusión. La gente estaba chafada. Pero como en poco tiempo pusieron nueva fecha, ya están otra vez contentos.

Este año vencía su contrato como seleccionador, ¿el aplazamiento de los Juegos cambia sus planes?

En mi contrato estaban incluidos los Juegos, pero es que el año que viene también hay Eurobasket. Para mí es un honor y una alegría que Jorge Garbajosa quiere que siga como seleccionador otro ciclo olímpico. Eso es una apuesta muy grande y estoy muy ilusionado, aunque le tengo que dar una vuelta más. Lo de los Juegos es un sí o sí. Y el jugar un Eurobasket en casa también me motiva. Estoy muy receptivo. Hay más posibilidades de decir que sí que de que no.

El Eurobasket se mantiene en 2021. ¿Puede quedar desprestigiado por los Juegos?

Yo creo que no. Hasta hace poco llegar a cuartos en un Mundial o unos Juegos era más fácil que en el Europeo. Luego, como en todo, se estrecha el embudo... Tal como está en el calendario, el Eurobasket puede venir bastante bien. A los Juegos vas a llegar con el equipo hecho, con todo el tema táctico aprendido. Lo único, tienes que darle un poquito de chispa a las piernas. El Eurobasket no va a quedar como un segundo plato. Va a ser una bala extra. Si un equipo lo hace bien en el Europeo, tiene resuelto el verano y si no, puede desquitarse en los Juegos. El de 2021 va a ser un verano para no olvidar.

¿Le favorece a España que los Juegos sean en 2021?

Tengo una teoría positiva sobre esto. Hay jugadoras veteranas, como Laia Palau, que llevan mucho tiempo sin parar. Que lo hagan un verano puede venirles bien a sus piernas y su cabeza. Las jóvenes, que ya empezaban a sacar la cabeza y a establecerse en la Selección, tienen un año más de crecimiento, de madurez... Veo muchas ventajas.