El Bilbao Basket es uno de los clubes españoles más activos en este confinamiento. Se escapó Haws por el miedo al coronavirus y las noticias que le llegaban desde Utah por un terremoto, pero el resto ha cerrado filas. Cada día los jugadores se ejercitan conjuntamente en su casa de forma virtual a las órdenes del preparador físico, Pitu. Este tiempo ha aprovechado para fichar al base sueco Hakanson, según avanzó el periodista Chema de Lucas, y a tener a tiro a Álex Reyes ( del Oviedo de LEB), que cogerían el sitio de Schreiner y Sergio Rodríguez. Y se intenta ampliar el compromiso con Lammers, que tiene un año más con cláusulas de salida. De momento, no ha habido planteamiento de un ERTE ni recortes salariales.

Al equipo de Mumbrú no le va mal la resolución de dar por concluida la liga regular, aunque el parón le llegó en un gran momento, cuando estaba disfrutando de una campaña notable. En el mejor de los casos volverá a jugar en la sede única que determine la ACB, en un grupo complicado con el Barcelona, Tenerife, Baskonia, Unicaja y Joventut. Afrontará una liguilla intentando entrar en las dos primeras plazas para llegar a los cruces de semifinales.

"La reanudación será en función de la decisión de las autoridades sanitarias. Se va a asegurar al cien por cien la salud de jugadores, entrenadores y todo el personal técnico y organizativo que participará en la puesta en marcha de esta competición", señala el director deportivo del Bilbao Basket, Savovic. El dirigente explicó cómo están afrontando este parón: "No cambiamos nuestra postura en cuanto al trabajo, el cuerpo técnico y los jugadores trabajan con un alto nivel de profesionalidad y con la vista puesta en reanudar la competición en las fechas marcadas de la mejor manera posible para poder competir a un nivel alto".