Se cumplen 35 años del primer ascenso del Granca a la ACB
El 20 de abril de 1985, el entonces CB Claret superó al Maristas de Málaga (76-56) para lograr la gesta. Berdi Pérez, actual director deportivo, estaba en aquella plantilla.
Lento pero seguro. Así fue el asentamiento del hoy Herbalife Gran Canaria en la élite del baloncesto español. El pabellón Carlos García San Román, todavía en pie la zona de Schamman, barriada popular que corona una de las colinas que circundan la capital grancanaria, fue el testigo de la gesta de un club que puso en pie el histórico dirigente José Moriana, su primer presidente. Y descubridor, entre otros, de Carmelo Cabrera, que curiosamente nunca llegó a jugar en el equipo de su ciudad.
Y eso que aquella temporada, la 1984/85, comenzó torcida para el Claret. Ante la mala racha inicial del equipo, las previsiones muy pronto se vinieron abajo tras el cese del entrenador estadounidense Raymond Townsend, sustituido por otra leyenda del baloncesto grancanario como Pepe Clavijo. Este fue vitamina pura para el llamado Claret Mutua Guanartemente y uno de los artífices de una remontada histórica.
En aquella plantilla ya hacía de las suyas un pequeño base cordobés llamado Bernardino, Berdi, Pérez, que había llegado a la isla de manera ocasional unos meses antes para, sin saberlo, quedarse para siempre. Berdi, el hoy director deportivo del Gran Canaria y tan artífice como el que más de la consolidación del equipo en la ACB, fue titular el día de la histórica victoria contra el Maristas. En aquel quinteto le acompañaban Titi García, Beltrán, Garza y Subías. Por si fuera poco, aquel 76-56 contra el Maristas tuvo su continuidad con la posterior victoria sobre el Kanterbrau (79-81), que supuso la confirmación del Claret como campeón de la entonces conocida como Primera B, la segunda categoría del baloncesto español.
Su primera incursión en la ACB, donde milita de manera ininterrumpida desde la temporada 1995/96, apenas duró un año. Después, regreso a Primera B durante dos temporadas para regresar a la ACB en 1988. La semilla ya estaba plantada.