El instante mágico de Kawhi y los Raptors vale el World Press Photo
Mark Blinch gana el premio más importante del fotoperiodismo deportivo con una imagen que capturó la esencia del tiro ganador imposible de Kawhi contra los Sixers.
El 12 de mayo de 2019, en el epicentro de unos playoffs de la NBA que este año tendrían que haber empezado ayer sábado, Raptors y Sixers se jugaban el billete para la final de Conferencia en el Scotiabank Arena de Toronto. Después de una serie agotadora, durísima, con un toque de las clásicas batallas del Este, se llegó a los últimos 4,2 segundos del séptimo partido con empate a 90 después de una penetración de Jimmy Butler tras un tiro libre fallado por Kawhi Leonard.
Mark Blinch, fotógrafo canadiense contratado por los Mapple Leafs (NHL) y que también trabaja para la NBA, dejó su sitio a pie de pista ante el desembarco de los principales fotógrafos de la Liga, reclamados por la magnitud del partido, y se colocó como pudo en una grada superior. Desde allí, preparó durante ese tiempo muerto a falta de cuatro segundos su cámara y su posición: un objetivo con menos zoom y un lugar desde el que pudiera captar al posible tirador, la canasta y el balón. El ABC de los buzzers beaters, los tiros sobre la bocina.
Después del tiempo muerto, Kawhi recibió ante Ben Simmons, se fue hacia la derecha, se encontró con la ayuda de Joel Embiid (Simmons y Embiid, el alfa y omega del Proceso de Philadelphia) y, ya muy escorado, se levantó para lanzar una suspensión que rebotó en el aro cuatro veces. Una, dos, tres, cuatro... un instante interminable que desafió a la lógica y la física. Y canasta: 92-90, 41 puntos de un Kawhi descomunal y billete para la final de Conferencia. Los Raptors habían salvado el cuello en una serie terrible, en un partido cuya inercia era muy peligrosa de cara a una posible prórroga y después de ganar de forma épica el cuarto patido en Philadelphia, al que llegaron con un 1-2 en contra. Luego, es historia de la NBA, remontaron un 2-0 a unos Bucks que parecían imparables y superaron a los Warriors, menos todopoderosos pero siempre orgullosos tras las lesiones de Kevin Durant y Klay Thompson. Campeones.
Blinch disparó y su foto definitiva, la que resumió un trance único en la historia de la NBA (el primer tiro ganador sobre la bocina en un séptimo partido), ha ganado ahora el World Press Photo a la menor foto deportiva, la mayor distinción posible en el fotoperiodismo. "Es el mayor honor, algo con lo que sueñas toda la vida", dijo después de superar a una imagen de Silvia Izquierdo de la celebración de un gol del Flamengo contra River Plate y otra de Oli Scarff captada en las calles de Liverpool tras el triunfo en la Champions League. Birch, de 37 años, nació en la zona de Ontario y se mudó hace casi dos décadas a Toronto. Lo que empezó siendo un problema, perder su plaza a pie de pista, le puso a la postre en el lugar ideal para captar una imagen que es un collage de emociones: anticipación, angustia, esperanza... jugadores, técnicos (Sergio Scariolo aparece en un lateral), aficionados... todo capturado en un instante imposible, con la pelota rebotando en el aro antes de decidir entrar y clasificar a unos Raptors que parecían amortizados un año antes. Antes de que su arquitecto, Masai Ujiri, despidiera a Dwane Casey aunque había sido Entrenador del Año y ascendiera a Nick Nurse. Antes del trade por Kawhi Leonard, con la traumática salida de DeMar DeRozan, y de la llegada en febrero de un Marc Gasol que en esa serie dejó a Joel Embiid, el terror de las zonas, en unas medias de 17,6 puntos, 4 pérdidas y un 37% en tiros de campo.
Ahí, en esa suspensión del tiempo en un instante mágico, cambió para la siempre la suerte de Toronto Raptors, una franquicia que en los años anteriores había apilado desastres en playoffs tras brillantes actuaciones en Regular Season. Ahora, y aunque después Kawhi se fue a los Clippers, ya tienen su anillo. Y Mark Blinch su World Press Photo. Gracias a una imagen que encapsula toda la grandeza maravillosa de esos playoffs de la NBA que, ay, tanto echamos ahora de menos.