El optimismo vuelve a la NBA
Los propietarios y las instituciones dejan claro que la intención es que la NBA finalice el curso sin público y en una misma ciudad; la reunión de mañana, clave.
Desde que el pasado 12 de marzo se suspendiera la NBA, se han experimentado una serie de estados de ánimo tan variantes como contradictorios. Si bien en un inicio se pensaba que el coronavirus no mantendría las cosas paradas mucho tiempo, pronto se hizo evidente que el problema era más grave, y la primera semana de abril, diversas voces se alzaban para pedir una cancelación definitiva de la temporada. Algo que se quiere evitar a toda costa pero que parece (o parecía) que ni iba a quedar más remedio que hacer. Los casos en el mundo se siguien multiplicando, especialmente en Estados Unidos, el país con más positivos del planeta (más de 600.000) con mucha diferencia con el segundo (España, con algo más de 180.000), liderando también las estadísticas de muertos (28.000 por las 21.000 de Italia).
Sin embargo, parece que en las últimas horas el optimismo ha vuelto a emerger. Cuando más negativa estaba la situación y más gente pedía la cancelación o apuntaba hacia ella, una serie de reuniones en los últimos días dan una visión diferente al asunto. Efectivamente, el problema es más grave de lo que se pensaba en un inicio, pero los propietarios y las instituciones gubernamentales norteamericanas han asegurado que harán todo lo posible para reanudar la temporada, cueste lo que cueste. Cuando decimos esa última frase nos referimos a que se contemplarán escenarios inéditos que se dan por seguro, como jugar sin público (algo que se hará al 100% si la temporada se reanuda) o hacerlo en una ciudad burbuja, algo que todavía no está claro pero que es compartido por la inmensa mayoría de los personajes involucrados.
Sam Amick, en un extenso reportaje en The Athletic, ha trasladado que, según las palabras de personajes políticos y de directivos de la NBA, la intención es la de regresar. Pone como ejemplo a Garvin Newsom, gobernador de California, Eric Garcetti, alcalde de Los Ángeles o Anrew Cuomo, gobernador de Nueva York, la ciudad más afectada ppor el coronavirus. Y todos coinciden en que el deporte no podrá contar con aficionados probablemente hasta 2021, pero también confían en que se reanude lo antes posible. El optimismo aumenta teniendo en cuenta que la competición ha completado el 80% de su temporada y que las conversaciones y propuestas para reanudarla son reales y sólidas, no ideas improbables que intenten retrasar lo inevitable.
Otra de las cosas que Amick señala en su artículo es la confianza del mundo baloncestístico en el comisionado Adam Silver. Con una gran reputación y excelsa gestión en determinados casos (convenios colectivos, el caso Sterling...) el directivo, poseedor de un discurso magnético, inspira mucho respeto y optimismo, aunque ha sido él mismo el que ha asegurado que hasta el 1 de mayo no se empezará a ver todo un poco más claro. Y que, en todo caso, es una fecha para proponer nuevas soluciones, no para regresar a la actividad.
La ciudad burbuja y las claves
Una de las teorías más aceptadas, y que sigue teniendo a Las Vegas como epicentro, es que se juegue lo que queda de temporada regular en una sola ciudad. Esto conllevaría una serie de riesgos que algunos indican como difíciles de superar, pero también evitaría viajes y contactos multitudinarios a varios lugares diferentes del país, sobre todo en el traslado constante que existe en la NBA. Y también contaría con la aprobación de los jugadores, algo que no ocurre en otros deportes como la MLB. El motivo es que otras ligas están todavía a punto de empezar mientras que al baloncesto le quedan apenas uno o dos meses para terminar: "Los jugadores quieren jugar", revelaba un jugador a Amick.
Algunas de las claves para que esta situación se pueda dar es la de tener pruebas suficientes para hacer antes de que se inicie cada partido. De esto hablaba Garrett Temple, jugador de los Brooklyn Nets: "Los resultados de la prueba de 45 minutos son buenos, así como la capacidad de poder probar y obtenerlos de forma rápida. Creo que si tenemos una situación en la que sabemos que la prueba se puede hacer, la hacemos justo antes de entrar a la instalación... Si todos se hacen la prueba y suficientes, me sentiría lo suficientemente cómodo como para jugar", asegura.
Las pruebas serán necesarias para la reanudación, ya que entrenadores como Mike D'Antoni (Houston Rockets) o Steve Clifford (Orlando Magic) representan grupos de riesgo al haber padecido problemas cardíacos, por lo que necesitan que la NBA garantice la seguridad de todos para poder jugar, algo que la propia competición, en connivencia con las instituciones, se ve capaz de hacer a pesar de que el New York Times ha definido a la escasez de pruebas en la que se encuentra sumergida el país en estos momentos como un "fracaso épico".
Algunas otras dudas tienen que ver sobre las condiciones en las que van a estar los jugadores en los hoteles o en las instalaciones de la ciudad en la que jueguen (sea Las Vegas o cualquier otra) y si van a poder permanecer allí con su familia, algo improbable. Y otra, de la que mucho se ha discutido, tiene que ver con los tiempos. Esto es algo que ha sido muy recurrente y que los propietarios ven perfectamente salvable. El efecto dominó que provocaría terminar a finales de verano conllevaría cambiar la fecha de inicio de la temporada 2020-21, algo que Silver ya se había planteado antes de que ocurriera nada de esto. Muchos directivos verían bien hacer una pequeña pretemporada en junio y terminar entre julio y agosto el curso baloncestístico.
Donald Trump y una reunión clave
Otros motivos que invitan al optimismo es el papel de Trump en todo el proceso. Dejando a un lado sus predicciones, que han pasado de no querer confinar a nadie ni para la economía, a ceder ante el contagio y ahora anunciar que el deporte se va a reanudar en mayor (algo altamente improbable), en las últimas fechas se ha sabido que el Presidente está en contacto con Adam Silver y con propietarios con una alta influencia dentro del sector económico como Mark Cuban, al que hemos visto muy activo a la hora de buscar soluciones.
Trump ha asegurado que Estados Unidos "no puede estar sin deporte" y una reunión de mañana viernes entre el Presidente y diversas personalidades baloncestísticas podría ser clave a la hora de buscar soluciones. Y, aunque no sabremos nada más concreto hasta el próximo 1 de mayo, sí parece que el optimismo ha vuelto a la NBA, que ve posible reanudar y finalizar la temporada.