Los Lakers pedirán que se difieran salarios para los trabajadores de menores ingresos
De esta manera se protegería a los empleados con sueldos más bajos de sufrir una reducción en sus ingresos mientras dure la suspensión.
Los Angeles Lakers planean pedir a los altos directivos del equipo que hagan un sacrificio monetario, como un intento por proteger a los empleados de menores ingresos. Lo anterior permitiría que a los trabajadores con salarios menores no sufrir una reducción en sus ingresos durante los tiempos económicos inciertos causados por la pandemia de coronavirus, que ha obligado a suspender las actividades.
La propiedad de los Lakers, tras consultar con los asesores financieros de la franquicia, solicitará a los miembros seleccionados de su personal de alto nivel que difieran voluntariamente el 20 por ciento de sus salarios.
El campeonato de la NBA llegará mañana miércoles a su cuarta semana de suspensión, como una forma de evitar que se expanda el coronavirus, que ya ha dejado en Estados Unidos más de 12.000 muertos.
Varias fuentes allegadas a la liga indicaron que la NBA y el sindicato de jugadores están considerando retener hasta el 25 por ciento de los salarios restantes de los jugadores en un depósito de la liga en caso de que finalmente se cancelen el resto de los partidos de la temporada regular.
El plan de diferir de salario de los Lakers refleja las acciones tomadas por la liga a finales de marzo, cuando redujo los salarios base en un 20% para aproximadamente 100 de sus ejecutivos con mayores ingresos. Los Lakers son la segunda franquicia más valiosa en la NBA, con un valor estimado de 4.400 millones de dólares, según la publicación especializada Forbes.
El fideicomiso familiar de los Buss posee el 66 por ciento de la franquicia, y la parte restante está controlada por AEG (alrededor del 27 por ciento) y el doctor Patrick Soon-Shiong (alrededor del cinco por ciento).
El mes pasado, los Lakers, junto con Los Angeles Clippers, Los Angeles Kings (NHL) y el Staples crearon un fondo con más de cinco millones para apoyar financieramente a unos 2.800 empleados que dependen de los ingresos de los partidos y de otros eventos en los campos de juego, como conciertos musicales, todos suspendidos.