Doncic, furioso con el arbitraje: "¡No puede pegarme en la boca!"

Luka Doncic terminó el partido contra Indiana Pacers muy enfadado con la labor arbitral. A diferencia de otros encuentros, el base no cumplió con su deber con los medios tras ducharse, sino que esperó, con el uniforme de Dallas Mavericks puesto, a que llegaran los periodistas para quejarse por lo vivido, según él, sobre la pista del American Airlines Center. “Me pegaron en la cara y eso debería ser falta. Deberían mirarlo. Creo que la regla es ‘cuando te golpean en la cara, tienen que mirar si es flagrante o no’, ¿verdad? Como dije, me golpearon en la cara tres veces. Dos de ellos no fueron falta”, aseguró el esloveno (Tim MacMahon, ESPN).

El canterano del Madrid sufrió en la derrota ante Indiana una dura defensa y, a pesar de ello, se fue hasta los 36 puntos. En la primera parte, Edmond Sumner le dio un rodillazo en la cara. “No revisaron nada”, continuó Doncic sobre una acción que le llevó a someterse a una radiografía mandibular en el descanso. Esta descartó cualquier tipo de problema.

La acción de Sumner

En la segunda, Myles Turner, en un extraordinario uno contra uno defensivo, parece darle en el rostro. Algo similar ocurrió con Victor Oladipo en una de las última jugadas del duelo. Doncic penetra a canasta y pasa al balón al lateral izquierdo del perímetro. Oladipo, que piensa que el base va a lanzar, salta y en su caída parece golpear al esloveno en la cara.

Doncic no solo mostró su malestar en el vestuario. Ya durante el partido, y tras la supuesta falta de Oladipo no sancionada, se dirigió airadamente a Tyler Ford, uno de los árbitros del encuentro. “¡No puede pegarme en la boca!”, le gritó al colegiado. “No les importó. Estaba claro. Todos lo vieron en el Jumbotron”, comentó el base a los medios. Tim Hardaway Jr tuvo que intervenir para que el problema no fuera a mayores para Dallas: “Tenemos suerte de que no le hayan pitado una técnica. Hice todo lo posible para mantenerme entre él y el árbitro. Afortunadamente él se alejó”.

No es la primera queja que realiza el jugador de los Mavericks. Durante los duelos no es extraño verle protestar. Él mismo reconoció a principios de la temporada que a veces “perdía el control” con los colegiados. “Me apasiona el juego. Quiero ganar y, a veces, pierdo el control porque quiero ganar todo el tiempo. Soy competitivo. Puedes preguntarle a mi familia. Incluso si no es baloncesto. Tengo que trabajar en ello”, subrayó tras la derrota contra Sacramento Kings en diciembre. “Sé que muchas veces me equivoco. Las personas se equivocan y tengo que aprender a calmarme y seguir adelante”.