Boston Celtics regaló un partido que tenía hecho contra Oklahoma City Thunder. En un desastroso final de Kemba Walker, los de Brad Stevens sumaron una segunda derrota consecutiva que les aleja aún más de la segunda posición de la Conferencia Este, blindada parece ya por Toronto Raptors, que tras ganar a Sacramento Kings aventaja a su perseguidor en tres triunfos. Además, los de Massachusetts suma por primera vez desde 2015 cuatro derrotas consecutivas en el TD Garden.

Los Celtics comenzaron con fuerza frente a OKC. Con Hayward de vuelta tras dos partidos de ausencia por un hematoma en la rodilla derecha (acabó con 20 tantos) y sin tener delante a Gilgeous-Alexander (problemas en la cadera), Boston se hizo con el control del duelo y rozó antes del descanso los 20 puntos de ventaja (63-45). Sin embargo, su rival fue comiendo terreno.

Al comenzar el tercer cuarto solo perdían por 11 y a las puertas del último periodo su desventaja era de un punto (84-83). Chris Paul comandaba la remontada (28 puntos) y Schroder la secundaba (27). Ambos presionaron para que los Thunder continuarán alargando su leyenda esta temporada: con 20, son el equipo que más partidos ha resuelto a su favor entrando en el último cuarto por detrás en el marcador. Además, por quinta ocasión este curso remonta 18 puntos de desventaja.

Un abordaje que fue posible por el error al final del encuentro de Kemba Walker. El base, con Boston uno arriba, recibió un dos contra uno en su propio campo. Schroder le robó el balón y anotó a placer para dar a los Thunder su victoria número 40 de la temporada. Tercer triunfo consecutivo para los quintos de la Conferencia Oeste, que ya no miran otra cosa que no sean los playoffs por el título.