Pioneras: las once mujeres con puestos en los banquillos NBA
Becky Hammon es la más conocida y la que más suena como futura entrenadora de la liga, pero más de un tercio de las franquicias tienen mujeres en su cuerpo técnico.
En 2014, Gregg Popovich sumó para su equipo de asistentes a Becky Hammon, la base que fue seis veces all star en la WNBA y que ganó, entre otras muchas cosas, la Liga y la Copa en España con el Ros Casares (2009-10). Antes había jugado en el Rivas Ecópolis y en Italia, y después pasó por Rusia, país al que representó en Pekín 2008 (es nacida en South Dakota) y con el que ganó una medalla de bronce.
Hammon cayó en el mejor equipo posible: los Spurs de Popovich, considerado ya uno de los grandes entrenadores de la historia, son una escuela perfecta para quienes quieren hacer carrera como entrenadores. Por ahí pasaron Mike Budenholzer, Brett Brown, James Borrego... La oportunidad se presentó casi por un golpe de, en este caso, mala suerte. En 2013, una ya veterana Hammon (ahora tiene 42 años) jugaba en San Antonio Spurs y sufrió una grave lesión de rodilla. Atraída por el trabajo en los banquillos, aprovechó su período de rehabilitación para convertirse en visitante habitual de las sesiones de trabajo de Popovich y su equipo. El 5 de agosto de 2014, aceptó la oferta del técnico y se unió a su equipo. Y se convirtió así en la primera mujer que ejercía como entrenadora asistente en la NBA si se excluye el trabajo como voluntaria de Lisa Boyer en los Cavaliers de John Lucas, en 2001. Ya entonces Popovich dejó claro que no había ningún matiz de género en la contratación y que esta respondía a otros factores: “Creo en su inteligencia a la hora de interpretar el baloncesto, en su ética de trabajo y en capacidad para relacionarse”.
Desde entonces y hasta ahora, los nombramientos de mujeres se han sucedido y ahora once franquicias, más de un tercio de las 30 de la NBA, tienen mujeres en sus cuerpos técnicos. Queda el último gran paso, la frontera final: que una sea contratada como head coach, primera entrenadora. Hammon sigue siendo la mejor colocada, por sus años de experiencia y el pedigrí Popovich, pero otras empiezan a tener nombres cada vez más reconocidos como opciones de futuro porque, también lo dijo el propio Popovich, el baloncesto no debería fijarse en géneros: “El balón no sabe si el que lo tiene en las manos es un hombre o una mujer”.
Estas son las mujeres que se han abierto ya paso en los banquillos NBA:
BECKY HAMMON (SAN ANTONIO SPURS)
Hammon no tenía pensado retirarse cuando sufrió la lesión de rodilla que le llevó a acabar en el equipo de trabajo de Popovich, oferta que le resultó irrechazable, tal y como le ha contado a ESPN: “La gente dice que yo derribé una barrera pero el que lo hizo fue Popovich, él fue el que consideró que yo era la persona indicada para el trabajo”. Ahora está en su sexta temporada como asistente en los Spurs y su nombre suele sonar cuando quedan banquillos libres en la NBA. Hace tiempo que da la sensación de que tarde o temprano Becky Hammon ocupará un puesto de entrenadora.
JENNY BOUCEK (DALLAS MAVERICKS)
Fue dos veces campeona de la WNBA como asistente y en 2017 dio el salto a la NBA con Sacramento Kings. Pero al poco tiempo de comenzar a trabajar con la franquicia californiana, su tratamiento invitro tuvo éxito y se quedó embarazada, por lo que prefirió no viajar hasta que su hijo tuviera al menos seis meses. Justo antes de dar a luz fue contratada como entrenadora asistente por Dallas Mavericks: “El entrenador Rick Carlisle y el propietario Mark Cuban son pioneros, se atrevieron a tener conversaciones incómodas y nos apoyaron a mí y a mi familia”.
KAREN STACK UMLAUF (CHICAGO BULLS)
Jugó un año fuera de Estados Unidos y en 1985, un año después de Michael Jordan, llegó a Chicago Bulls. Su primer trabajo fue en la venta de entradas y desde ahí fue ascendiendo: directora de operaciones, directora administrativa... y ahora entrenadora asistente. En 2017 se posicionó para el puesto de entrenadora de la franquicia de Illinois: “Soy una bull, siempre formaré parte de los Bulls. Ahora trato de ser la mejor asistente posible”.
NATALIE NAKASE (LOS ANGELES CLIPPERS)
Tiene 39 años, es californiana, jugó en UCLA y lleva años vinculada a los Clippers y a su equipo de la Liga de Desarrollo, Agua Caliente Clippers. En la Liga de Verano de 2014, en Las Vegas, se convirtió en la primera mujer que se sentó en un banquillo NBA como asistente. Ahora es entrenadora en el apartado de desarrollo de jugadores a las órdenes de Doc Rivers, del que es asistente de forma integral desde 2018. Antes, fue la primera entrenadora en el baloncesto profesional japonés (con Saitama Broncos).
KRISTI TOLIVER (WASHINGTON WIZARDS)
Tiene 33 años, fue número 3 del draft de 2009 tras cuatro años en Maryland, ganó el título universitario y dos veces la WNBA, pasó por Moscú y en 2018 fue contratada como asistente por los Wizards sin retirarse todavía de las pista, la primera en compaginar el puesto de jugadora en la WNBA con el de asistente en la NBA. Eso, por las fórmulas del anterior convenio de la competición femenino, le obligó a no cobrar más de 10.000 dólares en su primer año con los Wizards. Su padre, George Toliver, era árbitro de la NBA.
LINDSAY GOTTLIEB (CLEVELAND CAVALIERS)
Después de ocho exitosos años al frente del equipo femenino de la Universidad de Berkeley, Gottlieb entró en contacto la pasada primavera con Koby Altman, general manager de los Cavaliers. Este le planteó quedar para charlar, y cuando ella esperaba una conversación general sobre baloncesto se encontró con una oferta en firme para unirse a los Cavaliers.
LINDSEY HARDING (SACRAMENTO KINGS)
Número del draft en 2007, triunfó en Duke aunque le faltó el título universitario. Tampoco fue campeona en la WNBA y se quedó a las puertas de meterse en el roster definitivo de Estados Unidos para Mundial 2010 y los Juegos de Londres 2012 (jugó en 2016 con Bielorrusia). Beyonce la incluyó en un collage que hizo, por el Mes de Historia Negra, con los 48 hombres y mujeres de raza negra que más le habían inspirado en su vida: “No me considero una pionera pero ver eso me impactó”. Harding (35 años) fue la primera mujer negra contratada para el cuerpo técnico de una franquicia NBA cuando los Sixers le dieron un puesto de scouting para la temporada 2018-19. Para los playoffs ya ejercía como asistente de desarrollo de jugadores. Después, el pasado verano, fue contratada por los Kings en ese mismo rol.
NIELE IVEY (MEMPHIS GRIZZLIES)
Jugó en la WNBA para Indiana, Detroit y Phoenix, y ejerció durante más de una década como asistente en Notre Dame, el que había sido equipo universitario, cuando recibió la llamada de Memphis Grizzlies en agosto de 2019: “No estoy aquí por ser mujer o negra, sino porque he de-mostrado que conozco este deporte”. Ahora trabaja en el desarrollo de Ja Morant, el gran favori-to a Rookie del Año y solo dos años mayor que su hijo, que el próximo año será universitario con Purdue. Tiene 42 años y está orgullosa de ser una de las mujeres en los banquillos NBA: “Siento que represento a todas las madres. A las mujeres, especialmente a las de raza negra. Voy todos los días al trabajo llevando esa capa”.
BRITTNI DONALDSON (TORONTO RAPTORS)
Solo tiene 26 años, así que es la más joven de este grupo de entrenadoras asistente, al que as-cendió en los Raptors, el actual campeón de la NBA, tras trabajar en el departamento de análisis y estadística de la franquicia: “Aporto una perspectiva distinta, no se trata siempre de los años de experiencia sino del prisma a través del que puedes analizar las cosas”.
KARA LAWSON (BOSTON CELTICS)
Medalla de oro en Pekín 2008, all star y campeona de la WNBA en 2005, ahora es asistente en el equipo de Brad Stevens en Boston Celtics. Número 5 del draft en 2003, trabajaba en las retrans-misiones televisivas de los Wizards, una de las primeras mujeres (junto a Sarah Kustok en los Nets) con un trabajo así.
TERESA WEATHERSPOON (NEW ORLEANS PELICANS)
Tiene 54 años, jugó en las Liberty y las Sparks y ahora es asistente de desarrollo de jugadores en los Pelicans: “Es solo baloncesto, pero ahora yo soy la mujer y ellos son los hombres. Pero como deportista yo no veo hombres o mujeres, veo a otros deportistas”. Como jugadora, fue elegida una de las 15 mejores de la historia de la WNBA y forma parte del Hall of Fame del baloncesto femenino.