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BETIS 81-BILBAO BASKET 79

El Bilbao no tenía esta vez a Bouteille: falló el tiro del triunfo

Rafa Martínez, en posición muy forzada, lanzó un triple en el último segundo que no encontró el aro. El Betis, con un Green genial, respira un poco más de cara a la permanencia.

GRAF9789. SEVILLA. 01/03/2020. - El base francés Jonathan Rousselle (i) del Retabet Bilbao Basket, entra a canasta ante el escolta polaco Aj Slaughter (d) del Coosur Real Betis, durante el partido de la liga Endesa disputado esta tarde en el pabellón de San Pablo de Sevilla. EFE/ Raúl Caro
GRAF9789. SEVILLA. 01/03/2020. - El base francés Jonathan Rousselle (i) del Retabet Bilbao Basket, entra a canasta ante el escolta polaco Aj Slaughter (d) del Coosur Real Betis, durante el partido de la liga Endesa disputado esta tarde en el pabellón de San Pablo de Sevilla. EFE/ Raúl CaroRaúl Caro CadenasEFE

El Bilbao Basket ha entrado en una nueva vida. Un futuro que es presente sin el jugador franquicia Bouteille, el que ponía las banderillas a los rivales en jugadas agónicas finales. Y bien que nota esa orfandad sin su líder. Porque esta vez, en 3,9 segundos, ha tenido dos saques de banda y no ha encontrado la manos salvadoras. El intento final de Rafa Martínez, muy forzado después de una acción de Whittington rozando la falta a Kulboka cuando éste se acercaba al sacador, ni olió el aro. El Betis siguió la línea del Murcia; se llevó el triunfo y respira un poco más de cara a la permanencia. Un mensaje de angustia aún mayor para el Fuenlabrada y Estudiantes.

Pese a la derrota, el RETAbet puede salir con la cabeza muy alta de San Pablo. La idea se perpetúa aunque ha perdido a sus mejores anotadores. Está en una dimensión distinta aunque como de costumbre no pierde la cara durante el partido, es competitivo aun sin su estrella, que defiende los colores del Unicaja. Le pudo ver al acabar su partido en la tele, ante el Madrid. Otros van cogiendo el testigo. No tienen nada que ver con Brown y Bouteille, pero Haws asume algo ya cierto protagonismo y está más integrado, y Serron suma cositas en defensa. ¿Cómo es esta nueva era? Por ejemplo, Rousselle tiene más licencia para matar, firmó 14 tiros, algo impensable en la primera vuelta del campeonato. El problema es que Lammers sufrió un fuerte golpe en la ceja y tuvo que irse a vestuarios a taponar la brecha. Eso le desconectó hasta el tramo final (además, las dos faltas de Balvin achicaron al grupo y obligaron a reajustar papeles), aunque le dio tiempo a poner uno de esos tapones de voleibol a dos manos al gigante Jordan. El Bilbao Basket se tuvo que sobreponer a las pérdidas de sus mayores fuentes de anotación, pero no pudo con la catarata de canastas de Erik Green.

Sí, porque en el mercado de fichajes se decantó el partido de Sevilla. El Real Betis ha sumado a su causa a Green, un tipo con etiqueta Euroliga, y Jordan, un cinco con mucha cátedra en la ACB. Esos movimientos han cambiado la estructura, ya que hay que hacer sitio al escolta, así que Slaughter pasa al base, lo que resta minutos a Sipahi. Comparado con las contrataciones del rival, es para no salir del vestuario: han llegado Haws, que estaba en un gimnasio cerca de casa poniéndose en forma tras jugar el año pasado en la LEB; y Serron, un alero belga que no contaba para el Strasbourg. Las Ventanas también condicionaron un choque con mucha presión encima de los verdiblancos; estos levaban tres semanas sin competir. Y los vizcaínos jugaron en Copa, pero se les escapó la columna vertebral a sus respectivas selecciones durante una semana y se fugó por la 'Ventana' su mejor hombre camino del Carpena. Tanto tiempo sin competir anunciaba una incógnita de encuentro. 

El RETAbet supo aguantar la salida a fuego de los béticos, muy necesitados de ganar. La puesta en escena fue buena. Rafa Martínez, un histórico, llegó a los 5.000 puntos en ACB con mucho suspense, pues se revisó en la pantalla largo tiempo. Se le dio canasta triple aunque parecía que pisaba levemente. Así que pasó la barrera mítica: 5.001. Suena a migajas comparadas con las cifras de leyenda de la NBA: de 30.000 para arriba y tal. Pero eso es otro mundo, con más circo a veces que pizarra. Y está muy lejos de un tal Herreros: 9.759. El partido estuvo muy abierto, sin un dominador claro. Curro Segura estaba muy atento a la línea de tres, sobre todo a Kulboka, y dejó espacios por dentro para hacer juego y contar con penetraciones. Los nervios tenían su peso y en el tercer acto se descontroló. Ahí demarró el equipo andaluz: 59-50. Parecía un correcalles. Green y Slaughter (inauguró los dos períodos tras el descanso con triple) mostraban su infinita clase, y Sergio Rodríguez en el otro lado de la cancha gritaba bien alto que está dispuesto a dar un paso adelante sin Bouteille, el titular del puesto hasta la Copa. En el final abierto, el Bilbao trató de experimentar la sensación de resolver sin su antiguo cabecilla francés. Kulboka, horroroso en el tiro, empató a 72 en otra rápida transición vasca iniciada con un robo en primera línea, a 5:18 para acabar. A falta de 4:50, Serron estrenó cuenta en ACB con un triple: 73-75. Entre Slaughter y Green pusieron de nuevo la igualdad. Hasta el desenlace de Rafa Martínez, en el que salió cruz.