Toko Shengelia doblega al Fuenlabrada tras dos prórrogas

Tornike Shengelia rescató al Kirolbet Baskonia de un partido que tenía casi perdido en Fuenlabrada y acabó levantando tras dos prórrogas frente a un Montakit que, tras ir dominando por quince puntos, se apagó en ataque cuando ya soñaba con su segundo triunfo consecutivo y dejó escapar una ocasión de oro para tomar aire en el fondo de la tabla (92-98).

El ala-pívot georgiano, con 32 puntos, trece rebotes, cinco asistencias y 44 de valoración, fue fundamental para que su equipo creyese en la remontada ante un rival que confirmó su progresión, vendió cara su derrota y llego a tener las últimas posesiones para ganar en el tiempo reglamentario y en la primera prórroga, pero falló en los momentos claves.

El acierto de Karvel Anderson, autor de ocho de los diez primeros puntos fuenlabreños, no bastó para frenar en el arranque la producción ofensiva baskonista. Matt Jennings empezó golpeando el aro local y le siguieron Tornike Shengelia y Micheal Eric. Al verse nueve abajo, Paco García se vio obligado a parar el partido para pedir mayor concentración a sus hombres y evitar que la brecha siguiese creciendo.

Y lo logró, porque con una marcha más en defensa y dos aciertos desde el perímetro consecutivos de Marc García el marcador se apretó al término de un primer cuarto de dominio visitante que se vio frenado por los arreones del equipo del sur de la Comunidad de Madrid (22-26, min 10).

En la reanudación, los triples del equipo vitoriano siguieron minando la resistencia fuenlabreña. Los aciertos de Janning, Dragic y Shields sellaron un parcial de salida de 2-11 que le dieron trece puntos de ventaja en poco mas de tres minutos. Todo parecía encarrilado pero el partido dio un vuelco a partir de ese momento porque de nuevo respondieron los jugadores de Paco García, que fueron capaces de recomponer su juego y apretar la pelea.

Del 24-37 se pasó al 43-39. El apagón del equipo baskonista, que se cegó en ataque y permitió canastas fáciles bajo aro, le costó un parcial en contra de 19-2 que devolvió el mando del partido a los anfitriones al final de una primera parte de idas y vueltas y alternativas en el marcador (45-42, min 20).

Shenghelia, que había sido el mejor de los suyos hasta el descanso, siguió comandando el ataque vitoriano en la reanudación, aunque enfrente Anderson también monopolizaba los aciertos de un Montakit Fuenlabrada que se mantuvo por delante durante muchos minutos, aunque sus exiguas rentas no permitían ninguna confianza.

Si bien se mantenía a rebufo, el Baskonia no estaba a gusto sobre el parquet del Fernando Martín. Sus jugadores sufrían en cada ataque y, sin confianza ni ideas para superar la defensa zonal, veían como su oponente contrarrestaba su juego gris y amenazaba con romper el partido. Egidijus Mockevicius elevó la brecha a diez puntos por primera vez y su equipo llegó a dominar por treceante la desesperación de Dusko Ivanovic.

Al último cuarto se llegó con la mala noticia de la lesión del base estadounidense Jerome Randle, que debutaba con su nuevo equipo, y con el triple sobre la bocina de Shengelia que subió al marcador un 72-60 que permitía soñar al Fuenla con sumar su sexta victoria de la temporada si lograba prolongar su acierto en ataque y mantener su actitud defensiva.

Pero eso no ocurrió. Un rápido 0-6 de salida demostró que los de Dusko Ivanovic empezaban a tomarse la cosa en serio e iban a por el partido. Un triple de García y un 2+1 de Mockevicius parecieron devolver las aguas a su cauce al recuperar un colchón que durante mucho tiempo se mantuvo entre diez y trece puntos.

Pero las fuerzas del Montakit se apagaron a 4.37 del final. En ese momento vencía por 83-70 y parecía tener todo encarrilado pero llegó entonces su desconexión en ataque. Los vitorianos apretaron y, con un parcial final de 1-14, forzaron una prórroga que les supo a gloria tras muchos minutos por debajo en el marcador.

Janning estrenó el primer tiempo extra con un nuevo triple y confirmó las tendencias de uno y otro oponente porque, aunque los suyos seguían sin completar una buena actuación, la situación enfrente era mucho peor. El Fuenlabrada solo fue capaz de anotar dos tiros libres en tres minutos y medio y, a pesar de ello, llegó empatado a 88 a los últimos 17 segundos. Dispuso de la última posesión pero a Anderson se le escapó el balón y el partido se fue a la segunda prórroga.

A partir de ahí, los visitantes metieron una marcha más a su juego y demostraron la mayor calidad que se suponía antes del choque. El Fuenlabrada lo intentó pero acabó perdiendo fruto de sus imprecisiones en los momentos claves del partido. Su sexta victoria tendrá que esperar.