El Zaragoza neutraliza el 'efecto Jackson' y el show de Avramovic
El Casademont gana con claridad al Movistar Estudiantes. Mal regreso del francés con los colegiales (3 puntos, 1 de 11 en el tiro). Partidazo del serbio: 35.
El Casademont Zaragoza dio una cura de realidad al Movistar Estudiantes. Al margen del resultado, ganó con claridad un partido que tenía todos los ingredientes para ser una trágica trampa: desilusión por la eliminación prematura de la Copa, parón de 15 días por las Ventanas y euforia colegial por las últimas actuaciones y la llegada de Edwin Jackson, convertido en todo un mesías tras su paso previo por el Ramiro. Lo neutralizó todo para continuar en la tercera posición de la Liga Endesa, que es suya por mérito propio. Nadie les ha regalado nada. Son un conjunto serio, robusto en defensa y con una calidad ofensiva notable, casi ilimitada por su profundidad de banquillo.
RESUMEN
Casademont Zaragoza (26+27+25+19): San Miguel (3), Seeley (7), Brussino (15), Radovic (20), Thompson (11) -cinco inicial- Barreiro (3), Alocén (8), Benzing (11), Krejci (-), Ennis (10) y Hlinason (9).
Movistar Estudiantes (28+18+19+22): Pressey (13), Avramovic (35), Jackson (3), Dangubic (7), Arteaga (9) -cinco inicial- Palacios (9), Sow (1), Sola (-), Vicedo (-), Scrubb (7) y Arroyo (3).
Arbitros: Conde, Oyón y González Gálvez. Excluyeron por personales a Thompson (min.40).
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 22 de Liga disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 9.123 espectadores.
Doblegó a su rival sin grandes alardes. Brussino mostró destellos desde el perímetro (12 de sus 15 puntos llegaron en la primera parte) y Jason Thompson tuvo un debut fabuloso. No sólo anotó (11 tantos) y reboteó (8) sino que también demostró una gran inteligencia para repartir juego (4 asistencias) en una zona que fue, un día más, un suplicio para los colegiales. El Zaragoza logró casi el 50% (44) de sus puntos cerca del aro y sus porcentajes en el lanzamiento de dos alcanzaron el 69% antes de afrontar el último cuarto. La salida de Kadji dejaba a Zamora con solo Arteaga y Palacios como altos de garantías; y a Sow y a Dukan de emergencia. El senegalés pasó de sus 1:19 minutos en pista en 21 jornadas a jugar 11 este sábado. El estadounidense ni pisó la cancha. La llegada de Byron Mullens es fundamental.
Con ese mínimo poder interior, Zamora lo confió todo a sus pequeños con Dangubic y Vicedo como falsos cuatros. La fórmula funcionó en el primer cuarto (26-28) y se mantuvo en el segundo (53-46). Pero el zarpazo rival en el tercer periodo fue brutal. Los de Fisac alcanzaron su mayor renta en ese instante: rozaron el +20 (76-58) tras un contraataque finalizado por Radovic, que como en la ida martirizó a los ramireños. Si en el Palacio logró 22 puntos, en el Príncipe Felipe hizo 20.
Fue el peor momento colegial desde que Zamo se sienta en el banquillo. Todo era un no saber qué hacer. Un sálvese quien pueda que solo Avramovic supo interpretar. El serbio llegaba de las Ventanas lanzado (27 tantos ante Georgia) y continuó en Aragón: 35 tantos, 25 de valoración y un liderazgo sublime que mantuvieron a flote un barco que se llegó a poner a cinco puntos (82-78) a cinco minutos. Todo con una defensa zonal a la desesperada.
El Zaragoza no se dejó intimidar y salvó un abordaje en el que no estuvo Edwin Jackson. El francés, la gran esperanza, naufragó en su reestreno con los ramireños. Se le vio queriendo hacer jugar a sus compañero (7 asistencias, 5 hasta el descanso), pero negado, muy negado de cara al aro en los 32 minutos que disfrutó. Consiguió solo 3 tantos con un 1 de 11 en tiros de campo (1 de 7 de tres). Mucho por mejor. Como el Estudiantes, que agota otra jornada más para salvarse y ya solo quedan 12.