La pasión y el talento de Rose acaba con los Suns

Nueva derrota decepcionante para los Phoenix Suns, que están en un punto de la temporada que empieza a parecerse a la de los últimos años. Juegan mejor y pelean más, pero empiezan a perder casi tanto como venía siendo habitual. Esta vez lo hicieron ante un equipo sumido en una crisis total que no ganaba desde el día 5 y que fuera de casa no lo hacía desde el 18 de enero. Pero aunque Blake Griffin siga de baja, Andre Drummond ya no esté y tengan poco por lo que pelear, lo que queda de los Pistons no se ha dado por vencido y han luchado en todas las derrotas con las que llegaban hasta esta noche. Siete seguidas en concreto, una racha que llegó a su fin ante los Suns, precisamente el último equipo al que habían conseguido ganar hace más de dos semanas.

Todos pusieron de su parte, pero quien destaca es Derrick Rose. El base está solo en lo que se refiere a estrellas, pero él juega como uno más, sacrificándose por el equipo y dando muestras de la segunda juventud que está viviendo desde la pasada campaña. Acabó el partido con 31 puntos, igualando su récord personal del curso, con un 62,5% en tiros de campo. Dos de ellos fueron claves en los últimos segundos para amarrar el triunfo. Junto a él destacó Christian Wood (19+9+5+3) y Brandon Knight (19 y 4 asistencias), que parece haber vuelto por sus fueros.

Los Suns tuvieron en Devin Booker a su máximo anotador (26+6+6). El escolta pudo ganar el encuentro en una última posesión de poco más de un segundo, pero no le dio tiempo a lanzar antes de que sonase la bocina. A falta de Oubre Jr., tercer máximo anotador del equipo este año y de quien no se sabe cuándo volverá a las pistas, el resto de titulares tomaron su parte de responsabilidad, con Ayton como el más destacado (20+10). Ricky Rubio sigue con su buen ritmo asistente (13) a lo que sumó 16 tantos y 6 rechaces.