Peligro para Divac: el dueño de los Kings no supera lo de Doncic
Entre una serie de decisiones cuestionables, la no elección de Doncic en el draft de 2018 hace que el dueño de los Kings tenga a Divac en su punto de mira.
El draft de 2018 apunta a uno de los más importantes de la historia. De él ya han salido dos all star (Luka Doncic y Trae Young), hay varios jugadores que son claves en sus equipos (Deandre Ayton, Jaren Jackson, Shai Gilgeous-Alexander, Devonte' Graham) y otros que apuntan a que también lo van a ser (Wendell Carter, Collin Sexton, Miles Bridges, Michael Porter, Kevin Huerter, Landry Shamet, Mitchell Robinson). Ese año los Sacramento Kings tenían el número 2 y con él eligieron a Marvin Bagley, un ala-pívot con muchos recursos ofensivos en la zona que destacó en Duke, siendo elegido en el quinteto universitario del año, además de ser nombrado mejor jugador de su conferencia. Un proyecto de gran talento atacante para cubrir la gran deficiencia a largo plazo que tenían los californianos en ese momento: el juego interior. Además, parecía el hombre perfecto para formar la pareja exterior-interior con la que se presenta como la estrella de este equipo desde ya mismo: el base De'Aaron Fox.
Eso fue lo que pensó Vlade Divac, general manager de los Kings, y esa fue una de los dos grandes motivos por los que se decidió por Bagley, una vez los Suns se habían llevado al pívot Deandre Ayton, ídolo de la universidad de Arizona, el estado de la franquicia de Phoenix. La otra razón por la que Divac escogió a Bagley fue por el padre de Luka Doncic. Este extremo nunca se ha hecho público de manera oficial por ninguno de los implicados, pero es un secreto a voces que al serbio no le gustaba el padre del entonces jugador madridista, no se fiaba de él y temía que tuviese una mala influencia sobre su hijo. Básicamente eso fue lo que le hizo pensar que era buena idea pasar del esloveno, un jugador que en su segundo año en la Liga está en la terna de candidatos al MVP, mientras Bagley apenas ha podido demostrar su talento entre lesiones y suplencias.
Ranadive aún sueña con Doncic
Hablar a toro pasado es muy fácil. Y nadie podía asegurar al 100% aquella noche del 21 de junio de 2018 que Doncic iba a convertirse en una superestrella tan rápido mientras que Bagley no iba a hacer prácticamente nada en sus dos primeros años de carrera. Ni siquiera se podía confirmar sin un mínimo de duda que Doncic iba a ser mejor que Bagley, pero eso es lo que pensaba todo el mundo. Y dentro de todo el mundo, y esto es lo que más debería importar a Divac, estaba Vivek Ranadive, el multimillonario dueño de los Sacramento Kings. Su jefe, que estaba literalmente enamorado del esloveno y que según varias informaciones en las últimas semanas no supera la no elección de Doncic en aquel draft. "El propietario de los Kings está frustrado por la marcha del equipo y las decisiones de la dirección deportiva y ya no tiene problemas en decirlo en público, ante algunos de los socios de la franquicia y también a los propios directivos y cuerpo técnico. Desde este año está mucho más involucrado en el proceso de ojeo de jugadores para el draft, en lo que se cree que es una reacción directo por la no elección de Doncic, decisión que sigue sin entender", explicaban en una información en The Athletic.
Divac tiene contrato hasta 2023 y aunque nada hace indicar que su destitución vaya a ser inmediata, sí que el episodio Doncic puede suponer el principio del fin del serbio en los Kings. Ranadive y Divac estuvieron varias veces en el Palacio de los Deportes de Madrid observando a Doncic. 16 días antes del aquel draft se les pudo ver en la grada del pabellón madrileño e incluso estuvieron cenando con el esloveno, como quedó reflejado en una foto que subió a su Instagram el hijo del dueño de los de Sacramento.
¿El mejor o el más necesario?
Esas semanas anteriores en la NBA se daba por hecho que los Kings se llevarían a Doncic. Más allá del problema personal de Divac con el padre del jugador, la otra razón para no elegirle nos trae de nuevo el debate de si en el draft hay que seleccionar según las necesidades de la plantilla o decantarse por el mejor jugador disponible.
El 'problema' con Doncic era que Divac temía que se pisara con Fox, que le quitase protagonismo, balón, influencia en la creación y le impidiese desarrollar la estrella que parece que lleva dentro. Por el contrario, veía a Bagley (ala-pívot) el complemento perfecto para Fox (base). Una pareja clásica exterior-interior sobre la que construir el futuro deportivo de la franquicia. La necesidad apuntaba a Bagley y la necesidad puede parecer la opción lógica a la hora de elegir jugadores en el draft. Pero, ¿y si el mejor jugador disponible no es el que necesitas por posición? Ejemplo: Doncic y los Kings de Fox.
¿Qué es lo peor que le podría haber pasado a los californianos si se hubiesen llevado al esloveno? ¿Cambiar de jugador franquicia y vender al resto del quinteto titular? Eso mismo fue lo que hicieron los Dallas Mavericks, que en febrero de 2019, poco más de medio año después de escoger a Doncic, se deshicieron de los otros cuatro titulares en dos traspasos. A Sacramento precisamente mandaron a Harrison Barnes y a Nueva York a DeAndre Jordan, Wesley Mathews y el que hasta ese momento era la esperanza del equipo texano, Dennis Smith Jr. En Dallas nadie se acuerda de ninguno de ellos. A cambio llegaron jugadores como Porzingis o Hardaway Jr., hombres básicos en el esquema del equipo texano que se adaptan mucho mejor al juego del esloveno y con los que se va a meter en sus primeros playoffs, mientras que los Kings seguirán con su sequía que se alargará ya a 14 años, la peor de la NBA.