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ALL STAR 2020

"Los jovencitos me mandan apartarme": la leyenda de Kobe en los All Star

Kobe ganó el "peor concurso de mates" de la NBA y disputó 18 All Star en los que peleó con Michael Jordan y LeBron James, se reconcilió con Shaquille O'Neal...

Chicago
"Los jovencitos me mandan apartarme": la leyenda de Kobe en los All Star

En 1998, nada menos que en el Madison Square Garden de Nueva York, Kobe Bryant jugó su primer All Star Game y se convirtió (en la edición número 48 del evento) en el más joven en jugar un partido de las estrellas: 19 años y 169 días. Todavía lo es. LeBron debutó con 20 años y 52 días en 2005, Doncic lo hará ahora con 20 y 353 y, antes que Kobe, Magic Johnson se estrenó en 1980 con 20 y 173 y Kevin Garnett había participado un año antes que el por entonces 8 de los Lakers con 20 y 266. Casi dos décadas después, en Toronto 2016, Kobe se despidió de los All Star con 37 años y 175. Lejos de los 41 y 302 de Kareem Abdul-Jabbar en 1989.

En el Madison, y con George Karl como entrenador con pocas ganas de poner freno a un jugador de talento selvático y carácter descontrolado, Kobe fue titular por aclamación popular cuando todavía era suplente en los Lakers, donde estaba a un año de asaltar la titularidad y donde fue, en aquel curso 1997-98, el jugador con más puntos desde el banquillo (15,7 de media tras haberse quedado como rookie en 7,6). Con muchos minutos como alero en unos Lakers que ensayaban con quintetos pequeños, Kobe ya sacaba de quicio Del Harris (estaba cerca el advenimiento de Phil Jackson) pidiendo más balón y más jugadas pensadas y dibujadas para él. Aquel 8 de febrero también quiso llevarse todo por delante, nada menos que en el Madison y nada menos que con Michael Jordan en el equipo del Este. Acabó con 17 tiros (6/17) por los 15 que combinaron (8/15) entre kevin Garnett y Karl Malone, por ejemplo. Y apartó a este último para encargarse personalmente de defender a un Jordan que acabó siendo MVP. Malone, después del partido, estaba atónito: "Ya no me interesan estos partidos en los que los jovencitos me mandan apartarme".

Desde entonces (y con el paréntesis de 1999, sin All Star Weekend por el lockout), Kobe fue carne de All Star Game hasta 2016. Se retiró con 18 disputados, a uno de los 19 de Kareem y por delante de todos los demás: LeBron jugará en Chicago el número 16 de su carrera. Y con cuatro MVP, tope histórico que comparte con un Bob Pettit que los amasó entre 1956 y 1962, en otros tiempos. Kobe, que llegó a la NBA con una absoluta consciencia de la trascendencia de los All Star en el reparto de jerarquías del star system, algo que siempre percibió como un escaparte colocado para que él se sirviera hasta saciarse (lo que seguramente nunca hizo), entendió que los All Star no eran competición pero eran importantes. Lugares donde dejar nuevas huellas incluso cuando estas llenaban ya todos los senderos de la liga.

Kobe tiene el récord de All Star Games seguidos (18: LeBron llega ahora a 16) y compartía con el propio LeBron el de más titularidades... hasta ahora: 15 que serán 16 para el 23 de los mismos Lakers a los que siempre representó en el fin de semana de las estrellas. Los dos, LeBron y Kobe, se lo reparten casi todo. El primero es líder en anotación (362 por 290 de Kobe y 262 de Jordan), canastas (150 por 119 y 119) y tiros intentados (283, 238 y 223). Por medias, LeBron está en 24,1 puntos, Jordan acabó en 20,2 y Kobe en 19,3. Kevin Durant está en 25 y Giannis Antetokounmpo ha irrumpido con, por ahora, 28 puntos por partido. Kobe sí es líder en robos (38, uno más que Jordan) está noveno en asistencias (el líder es Magic con 127), y tiene un curioso récord con el tope de rebotes de ataque (10 en 2011).

La historia de los All Star es, como con el resto de gigantes de la liga, imposible de separar de la de Kobe, que hilvanó dos épocas de la NBA: se estrenó en 1998 en un Oeste con Malone, Garnett, Kidd, Duncan y Shaquille O'Neal y se retiró en 2016 compartiendo equipo con Kawhi Leonard, Kevin Durant, Stephen Curry, Russell Westbrook... sus rivales pasaron de ser Michael Jordan, Shawn Kemp y Reggie Miller a LeBron James, Dwyane Wade y Carmelo Anthony.

El peor concurso de mates de la NBA

Pero un año antes del Madison, en 1997 y en la mucho menos glamurosa Cleveland, un Kobe Bryant rookie había tenido su primer contacto con el All Star Weekend. Con solo 18 años jugó el Rising Stars, en el que arrolló (31 puntos) aunque el MVP fue para Allen Iverson porque el Este ganó al Oeste, y se coronó como campeón del concurso de mates más joven de la historia. El problema es que no fue un concurso precisamente para el recuerdo. Tras los años dorados (Jordan, Dominique Wilkins, Spud Webb...) la decadencia del evento condujo a este pequeño desastre de 1997 al que siguió un parón de tres años: en 1998 no hubo concurso y en 1999 no hubo All Star Weekend. La resurrección, con Vince Carter volando en Oakland en 2000, fue, eso sí, apoteósica.

Kobe, que al menos puso personalidad y un buen mate pasándose el balón por debajo de las piernas, venció (con la mayoría de grandes estrellas que podrían haber participado mirando desde la primera fila) a Ray Allen, Chris Carr, Michael Finley, Darvin Ham y Bob Sura.

Jordan, LeBron... y el MVP compartido con Shaq

Entre 1998 y 2016, Kobe fue cuatro veces MVP (2002, 2007, 2009 y 2011) del All Star Game, ninguna tan mediática como la de 2009 en Phoenix, donde compartió el premio de Mejor Jugador con Shaquille O'Neal. David Stern forzó (tan cierto como acertado) un resultado que facilitó la foto de ambos levantando el trofeo juntos, la imagen que cerró la guerra entre dos machos alfa que había marcado el lustro anterior en la NBA. Desde que Shaquille fue enviado a Miami Heat en 2004, cuando el divorvio entre ambos rompió la dinastía del threepeat (200-2002) y creó un ambiente tan nocivo que se llevó por delante incluso a Phil Jackson, que tomó partido por el pívot mientras Tex Winter, el padre del triángulo ofensivo y mano derecha del Maestro Zen, mimaba a Kobe. Jackson se fue también en 2004 asegurando que era "imposible" entrenar al escolta y volvió menos de dos años después con un "si vuelvo a los Lakers es para dirigir a Kobe" como frase de presentación.

Un proceso de sanación para Kobe tras las turbulencias de sus años más oscuros, el ego desatado y el juicio por agresión sexual en Colorado, que acabó en los anillos de 2009 y 2010 y con una imagen reformada de líder sano y colectivo que nació, en parte, de esa foto con Shaquille, cuya reconciliación fue tan sincera que el pívot lloró la muerte de Kobe y Gianna considerándolos su "hermano" y su "sobrina". En Phoenix compartieron equipo por primera vez en cinco años, ya que Shaq había regresado al Oeste para jugar en los Suns tras sus años en Miami (donde ganó su cuarto anillo, esta vez como escudero de Dwyane Wade). El equipo de ambos ganó con 27 puntos de Kobe y 17 de Shaquille en menos de 11 minutos. Hubo expectación, morbo... y final feliz en uno de los All Star más recordados de la era reciente.

Después, Kobe ganó su cuarto y último MVP en su casa, el Staples Center que le llora desde el pasado 26 de enero, en 2011 y en un partido en el que se resistió a dar el testigo a la siguiente generación de estrellas. Un año después de que más de 108.000 personas batieran récords en el All Star jugado en el Cowboys Stadium de Dallas, el Staples asistió a un tremendo duelo Kobe (37 puntos, 14 rebotes)-LeBron James (29+12+10 asistencias) saldado con triunfo (148-143) y MVP para el primero, que tuvo la que para muchos fue su mejor actuación en un All Star, incluido un mate a la carrera evitando el tapón por detrás de LeBron, al que dio después una palmada cariñosa en el trasero.

Antes de Phoenix y del Staples, Kobe ganó su primer MVP en su Philadelphia natal... y entre abucheos. Fue en 2002 y fue cuestión de timing: las Finales de 2001 se habían cerrado con los Lakers de Shaq y Kobe proclamándose campeones con cuatro victorias seguidas (tres en Philly) frente a unos Sixers desarbolados (4-1). Kobe acabó con 31 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias un All Star que precedió al último de Michael Jordan, el de 2003 en Atlanta, donde el Oeste ganó después de dos prórrogas (145-155) forzadas gracias a dos tiros libres de Kobe que estropeareon el final que todo el mundo hubiera firmado: Jordan había anotado un fade away marca de la casa para poner al Este con dos puntos de ventaja a 4,8 segundos del final del primer tiempo extra. Después, en 2007, Kobe (31+5+6) volvió a imponerse a LeBron (29 puntos) en Las Vegas, primera ciudad que acogía un All Star Weekend sin tener franquicia NBA.

El capítulo de los All Star se cerró para Kobe con 10 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias en el Air Canada Centre de Toronto. Más de 18.000 personas despidieron a un jugador que estaba (14 de febrero de 2016) a dos meses menos un día de (13 de abril) despedirse del baloncesto profesional con sus recordados 60 puntos contra Utah Jazz. Atrás quedó una carrera de leyenda llena de anillos, récords, oros olímpicos y canastas imposibles. Una que le elevó a estrella eterna de la NBA y también de la gran celebración de la liga, los All Star Weekend en los que también fue uno de los mejores de siempre. Puro Kobe.