Zion Williamson tuvo su primera mala noche como jugador de la NBA. Fue ante el mejor equipo de la Liga, que supo pararle como nadie había conseguido hasta ahora. Porque hasta ahora había disputado seis encuentros con un acierto de cara a canasta fuera de lo normal. Sus porcentajes de tiro eran del 61,5%, del 66,7% desde el perímetro. Pero Budenholzer parecía tener claro cómo frenarle: dobles y triples coberturas, faltas continuas, defensa muy física que le mandó varias veces al suelo... El resultado fue el siguiente: 5/19 en tiros de campo (26,3%), 0/3 en triples y 10/14 en tiros libres (71,4%). Mejoró sensiblemente desde la personal pero a los Bucks les dio igual. Querían mandarle a la línea de tiros libres, donde promediaba hasta anoche un 53,1% y desde donde lanzó casi la mitad de lo que lo había hecho en los seis encuentros anteriores juntos.

"Le pusimos muchos defensores distintos sobre él tratando de hacérselo los más difícil posible", explicaba Antetokounmpo después del encuentro. El griego fue uno de esos jugadores a los que les tocó defender a Zion más de una vez y lo hizo especialmente bien, tanto con él como con Ingram, con el que también se emparejó en alguna jugada. Williamson acabó desesperado a juzgar por sus palabras después del partido: "Ha sido un partido muy físico. Ha sido una de esas noches en las que no podía hacer segundos esfuerzos debajo del aro. Ha sido muy frustrante, pero mis compañeros me han animado para que siguiese intentándolo". Para encontrar su peor partido en cuanto a lanzamiento se refiere hay que remontarse al 20 de diciembre de 2018, cuando aún estaba en Duke. Aquel día se enfrentó a Texax Tech y se quedó en un 44,4% (4/9).

Para los Bucks es la 11º victoria en los últimos 12 encuentros y dejan su récord lejos de Milwaukee en 20-4. Dominaron el encuentro apartir del tercer cuarto, cuando le endosaron un parcial de 24-42 a su rival. Los Pelicans intentaron la remontada y se pusieron un par de veces a 7 puntos de distancia en el último parcial, pero Brook López y, sobre todo, Wesley Mathews, les quitaron las esperanzas con varios triples en momentos claves. El escolta estuvo especialmente acertado metiendo 5 de los 9 tiros que intentó desde la larga distancia.

Aunque el verdadero protagonista fue, cómo no, Giannis Antetokounmpo, que justo antes del partido fue nombrado jugador del mes de enero en la Conferencia Este y que celebró el premio de la mejor manera. 34 puntos, 17 rebotes y 6 asistencias. Es la 24ª vez esta temporada que consigue un doble-doble de +30 puntos y +10 rebotes y en los últimos cuatro encuentros ha firmado al menos un 30+15. Los Bucks se siguen mostrando intratables, son el mejor equipo de la temporada y así se lo han demostrado a Zion Williamson, que acaba de descubrir que no todas las noches son fiesta en la NBA.