EUROLIGA | REAL MADRID - ANADOLU EFES (21:00, DAZN)

Larkin, el mejor de Europa

El Madrid recupera a Rudy para enfrentarse al líder de la Euroliga, el Anadolu Efes de Shane Larkin. El base viene de batir el récord de puntos (49) y encadena tres premios de MVP.

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Shane Larkin.
Anadolu Agency

Madrid-Efes. Estuvo a un paso de ser la final de la pasada Euroliga y ahora es el duelo con mejor cartel. El segundo contra el líder. El mayor espectáculo por plantillas y estilo de juego. Así lo ha entendido la afición blanca, que ayer casi había agotado las entradas a la venta. Viernes noche en el Palacio de las grandes citas.

Uno de los destacados de la década frente a la irrupción de este final de decenio, la de un Efes que recuerda a la aparición del Madrid de Laso en 2012. Tiene atrevimiento, chispa, un talento especial en ataque (1,08 puntos por posesión frente a 1,03 de los blancos) y la consistencia de los que de aspiran al título. El Anadolu Efes, un club exclusivo de baloncesto, es el mejor del momento. Y cuenta con el mejor jugador, Shane ­Larkin, un base eléctrico que apenas supera el 1,80 pero que se agiganta con su variedad de recursos: velocidad, bote, capacidad para penetrar y chocar con los pívots y un tiro que le hace volar. Engrana, además, sus exhibiciones (las mayores que ha visto la Euroliga) en el mecanismo colectivo porque no se excede en el tiro (11 de media). El 29 de noviembre logró 49 puntos ante el Bayern (solo cuatro fallos y 10 triples) para pulverizar el récord (41). Sumó 53 de valoración. En ocho de sus 19 encuentros ha alcanzado los 30 créditos, incluidos los tres últimos, en los que encadenó 35, 30 y 45. Tres veces seguidas MVP de la jornada, algo que nadie había logrado. Lleva cuatro reconocimientos, los mismos que ­Doncic en todo su curso de despedida, a dos de los seis de Turkcan en la 2002-03.

Promedia 21,1 puntos (56,4% de dos y 50,4% en triples) y 4,1 asistencias para 25,5 de valoración. Misión especial para Taylor y Campazzo. Y se espera que regrese Micic (Dunston todavía no) para acompañar a Larkin, aunque ahí estará Rudy de vuelta, que ya ha lucido en el marcaje al serbio. El Real enlaza tres derrotas (dos en Europa) y quiere cortar la racha. El Efes no vence en Madrid desde enero de 2005, pero esta campaña su balance fuera es de 8-1. El mayor espectáculo posible.

Laso: "Ante el Efes no puedes decir paro a Larkin y ya"

¿Va a jugar Rudy?

Rudy, como Llull, se ha entrenado con normalidad. El que no entra aún en el equipo es Randolph. Sería absurdo forzarle.

¿Espera un partido divertido, el mejor posible en la Euroliga?

Me gustaría ganar para divertirme más, pero sí, son dos equipos referentes en esta Euroliga, que estuvieron en la Final Four y se prevé un gran espectáculo. El Efes no sorprende. Lleva tiempo moviéndose muy bien en el mercado y con Ataman ha logrado regularidad y confianza.

¿Cómo se defiende a Larkin?

No puedes decir paro a Larkin y ya, porque si el resto crece en la pista no valdría para nada. En la ida fueron decisivos Simon y Singleton.

Encadenan tres derrotas.

Pocas veces perdemos tres veces, lo que ocurre es que ha sido en cinco días. Cosas del calendario. Esta semana nos ha venido bien para trabajar.

Larkin: "Espero un Madrid muy motivado tras su mala racha"

Larkin cree que será "un duelo muy intenso" y espera "un Madrid muy motivado" por varios motivos: "Somos líderes y ellos vienen justo por detrás, después de dos derrotas seguidas en la Euroliga y tras haberles ganado en la ida. Querrán vencernos en su casa y romper la mala racha. Habrá que mantener la calma cuando enlacen algún contraataque y la afición les empuje. Espero un gran ambiente".

Un niño inquieto con trastorno obsesivo compulsivo

Shane Larkin nació en Cincinnati en 1992, meses después de los Juegos de Barcelona, en una familia de deportistas. Su padre, Barry, jugó hasta 2004 en las Grandes Ligas de béisbol, en los ­Cincinnati Reds, y en 2012 entró en el Hall of Fame. Shane era un niño hiperactivo, no paraba quieto y por eso no siguió los pasos de su progenitor: "No quería practicar un deporte como el béisbol en el que debía esperar a que la pelota viniera a mí, prefería otro en el que pudiera participar más en el juego". Así que el baloncesto le ganó la partida al béisbol, pese al interés de algunos compañeros de Barry en los Reds que le daban consejos individuales.

El pequeño Larkin, con solo ocho años, fue diagnosticado de trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Lavarse las manos una y otra vez por miedo a los gérmenes es uno de los síntomas de esta enfermedad. Y Larkin se las lavaba ocho veces seguidas hasta provocarse heridas que le sangraban. El baloncesto le ayudó.

El jugador ha explicado cómo convivía con la enfermedad y cómo la superó en la ESPN, que realizó una serie de entrevistas para hablar de la salud mental en la NBA. Si cuando se vestía sus pantalones cortos tocaban la alfombra, ya no le servían y debía coger unos nuevos tras lavarse las manos ocho veces. Si antes de ir al colegio el perro le rozaba, volvía al baño a lavarse... Sí, ocho veces. "No ­podía apretar el botón del ascensor, pero sí estar en una pista con gente sudando que se tocaba la nariz o la axila y luego cogía la pelota. Un día, después de horas jugando, me comí una hamburguesa sin lavarme las manos y entendí que no tenía ningún sentido todo lo que me pasaba". Ha colaborado con alguna fundación y se plantea crear la suya: "Quiero decirle a la gente con TOC que no está sola".