El Open McDonald's fue un torneo que sustituyó al antiguo mundial de clubes, la organizaban la FIBA y la NBA y se disputó de 1987 a 1999 entre los mejores equipos de ambos lados del charco. En 1991 se jugó en el pabellón Bercy de París, el mismo que hoy acogerá el duelo entre los Bucks y los Hornets. Para aquella edición estuvieron el Joventut (entonces Montigalà Joventut), el Limoges (como anfitrión), la Jugoplastika (en horas bajas tras dominar Europa unos años antes) y los Lakers (que acababan de perder las Finales de la NBA en lo que supuso el primer anillo de Michael Jordan).

Joventut y Lakers se vieron en la final después de superar sin demasiadas complicaciones a sus dos rivales. El equipo catalán llegaba con una de las mejores plantillas de su historia y muestra de ello es que acabarían aquella temporada como subcampeones de Europa, cayendo en la final ante el Partizan (dos años después se iban a sacar la espinita ganando su único Copa de Europa hasta la fecha). Estaban, entre otros, los hermanos Jofresa, Villacampa, Pressley, Thompson o Morales. Aquel grupo puso contra las cuerdas a Magic Johnson y compañía, hasta el punto de que un enfervorecido público francés, viendo lo que estaba pasando, se volcó con la Penya y soñó con la machada hasta el último segundo.

Hubo un protagonista inesperado: Carles Ruf, un pívot de 2,10 que vivió su momento de gloria con 11 puntos en el último cuarto enlazando una canasta tras otra y comandando una remontada (del 104-93 al 114-112) que él mismo no supo redondear al fallar el tiro que habría empatado el encuentro con menos de medio minuto por jugarse. Al final el partido se lo llevaron los Lakers. Eso sí, Pat Riley tuvo que mantener a todos sus titulares en pista hasta el final (Magic Johnson, Byron Scott, James Worthy, Sam Perkins y Vlade Divac) y estos cinco jugar como si se tratase de un partido de playoffs. Esa fue la única manera de superar al conjunto dirigido por Lolo Sainz.

Magic y el Sida

Por si este partido no fuera ya reseñable por lo que ocurrió en la cancha, dos semanas después iba cobrar aún más importancia. Ya de vuelta en Estados Unidos, Magic Johnson anunciaba en una rueda de prensa que era portador del VIH. Una noticia que fue un cataclismo para la NBA y para todo el deporte mundial, y que convertiría aquel encuentro de París ante el Joventut en el último que iba a jugar Magic casi en un año. El jugador se iba a retirar (temporalmente) hasta que al verano siguiente entró a formar parte del Dream Team en los JJ OO de Barcelona. También volvería a vestir el uniforme de los Lakers, pero habría que esperar al mes de enero de 1996. Aquel año iba a jugar sus últimos partidos como profesional (32 de liga regular y 4 de playoffs), antes de decir adiós definitivamente al baloncesto.