EUROLIGA | ZENIT 81 - VALENCIA 86
El Valencia entra en el Top-8 de la Euroliga asaltando el Sibur Arena
Los taronja entran en el 'playoff' de la competición tras imponerse al Zenit de San Petersburgo en su segunda victoria en Rusia esta semana.
Al Valencia Basket le ha sentado bien su 'gira' por Rusia. Los de Jaume Ponsarnau se meten en el Top-8 de la Euroliga tras imponerse al Zenit de San Petersburgo de Will Thomas y Joan Plaza en la segunda victoria en el país de la semana en la competición. El extaronja firmó un pobre encuentro (4 puntos y 0 de 3 en triple), quizá una de las grandes noticias para los valencianos en el Sibur Arena. En un gran partido grupal la victoria se sustentó en dos pilares: Maurice Ndour (23 de valoración) y Aaron Doornekamp (11 puntos sin fallo). Ambos dieron un paso al frente en el mermado juego interior y brillaron en el tramo final del último cuarto. En el momento clave. También lo hicieron Vanja Marinkovic (14 puntos en 12 minutos) y Brock Motum (12 puntos y un sólo fallo). Mientras que Sam Van Rossom (8 asistencias) volvió a brillar en la dirección. Los taronja brillaron en el tiro (60% de dos, 64,7% de tres y 100% desde la línea). Incluso pudieron descansar Quino Colom y Joan Sastre. Con la derrota de Estrella Roja, cierran la jornada como séptimos de la clasificación. Esto es otra cosa.
El Valencia Basket parece haberse acostumbrado a la vida sin pívots pese a sangrar en el rebote, especialmente en el ofensivo del rival (16 hoy, por 13 defensivos para los rusos). Con Maurice Ndour y Louis Labeyrie cubriendo el vacío en el puesto de center, los de Jaume Ponsarnau comenzaron entonados en el vital encuentro en San Petersburgo en lo que sería un intercambio de golpes en el primer cuarto. Especialmente el senegalés, piedra angular en defensa.
San Emeterio, Ndour, Vives y Loyd llevaban a los taronja a ponerse cinco arriba nada más arrancar (4-9). Mientras, Ayón, Renfroe, Ponitka y Zubkov ponían a los rusos a seis de diferencia (17-11). Hasta que los colegiados rectificaron el marcador por el triple de Zubkov, que estaba pisando la línea. Poca defensa y poca tregua. Jordan Loyd, con dos robos, cortaba la reacción de los de Joan Plaza y devolvía la iniciativa en el marcador. La falta de acierto de los rusos espoleó a los valencianos y Marinkovic, catch-and-shoot mediante, cerraba el primer acto (16-20) con un triple marca de la casa.
Albicy, que había errado sus primeros dos intentos a canasta, prometería guerra en el segundo cuarto. El francés (14 puntos, 4 de 5 en tripes) fue una pesadilla en el perímetro. El único acertado desde el 6,75 para los de Plaza (11% en el primer cuarto). Por su parte, Brock Motum parecía querer reivindicar su sitio en un mermado juego interior. También Marinkovic, con minutos limitados en los últimos partidos, exprimió sus poco más de 12 minutos en cancha. Ambos ponían a Valencia Basket siete arriba (25-32) tras tres tiros libres del serbio al ser derribado en su intento desde el 6,75. La reacción de los locales llegaría de la mano de Colton Iverson y Evgeny Voronov, obligando a frenar el encuentro a Ponsarnau (31-32). Los árbitros de nuevo hicieron justicia en la reanudación anulando una canasta desde la esquina de Will Thomas fuera de tiempo. Fue su único triple anotado de la noche (0 de 3). Su falta de brillo fue una de las grandes noticias para Valencia Basket. El que sí que se entonó fue Jordan Loyd que cerró el cuarto con un triple lejano para dejar el encuentro con siete de diferencia (39-46). Albicy, muy sólo, lo enmendó con un triple en transición marca de la casa para cerrar el cuarto (42-46).
Tras el paso por vestuarios, Thomas seguía negado desde las esquinas. Como en general el Zenit (29% de tres durante el partido). Los taronja, faltos de centímetros, estaban brillando en el tiro, con especial atino en el triple (64,7%). Alberto Abalde abriría el turno con otra canasta desde el perímetro. Doornekamp replicaría para empezar asomar los dobles dígitos de diferencia (46-54). El fallo en el tiro, y la defensa taronja, dejaron a los de San Petersburgo en nueve puntos en el cuarto. Lo tuvo que parar hasta en dos ocasiones Joan Plaza para no dejar ir a los suyos. Trushkin y Voronov entenderían el mensaje y comenzaron a producir para los suyos. En esos momentos de indefinición apareció Motum para asistir a Van Rossom y anotar dos tiros, el último con 2+1 incluido, para poner el 12 de distancia para afrontar los últimos minutos.
Pero los locales no darían el partido por perdido. Zubkov, tras capturar su propio rebote, una constante durante el encuentro, estrenó el marcador en el cuarto. Marinkovic, muy productivo en sus minutos en pista, volvió a sorprender a su par para sacar un 3+1 y dejar el encuentro a 14 puntos, la máxima. Ahí comenzó la reacción de los de Plaza. Guiados por Albicy, el juego interior empezó a facturar. Zubkov y Ayón hacían uso de su envergadura en la pintura, favoreciendo su labor a Trushkin y Voronov recortarían el parcial y empatarían el encuentro (74-74) a falta de cuatro minutos. Antes, Ponsarnau había tratado de frenar el arreón. La respuesta fue un triple de Voronov. Había partido y no iban a darse por vencidos. Ahí surgió la figura de Aaron Doornekamp y Maurice Ndour, que serían fundamentales en el tramo final. Primero el senegalés y más tarde el canadiense desde la esquina guiarían a los taronja hacia la victoria (74-79). Plaza trató de jugar sus cartas frenando el partido.
El menudo Albicy anotó en la reanudación y Van Rossom falló con el rival a tan sólo tres puntos; pero Ndour no daría opción a la rebeldía rusa con un tapón a Trushkin para marcar el camino. Doornekamp, por su parte, comenzaría a asomar la capa de héroe. Asistió a Vives en la puerta atrás, obligando a echar el freno de nuevo a Plaza, sacó una falta en ataque a Zubkov en la reanudación y se marcó un triple para cerrar el encuentro (3 de 3, inmaculado en el tiro). Una canasta que puede valer un play-off. No obstante, los rusos venderían cara su piel y Hollins dio el susto en su primera canasta del partido con un triple para dejar el marcador a tres puntos en los últimos segundos. Pero Albicy mandó a Van Rossom a la línea en una decisión equivocada y no habría más historia. Con esta victoria, la segunda en Rusia en una semana, el Valencia Basket entra en los ocho primeros puestos de la Euroliga.